La absenta, el "licor que enloquece", vuelve a ser legal en Francia
- Se permite vender versiones más potentes de absenta
- Fue prohibida en 1915 porque provocaba delirios
La bebida "que enloquece" o que, al menos, volvió loco al genio Vincent Van Gogh. La preferida, además, por los poetas románticos por su capacidad de provocar alucinaciones. Prohibida a principios del siglo XX, la abstenta vuelve a ser legal en las destilerías francesas. Eso sí, con otro nombre: "licor espirituoso de extractos de absenta"
Las destilarías han ganado una batalla legal que les permite reintroducir versiones más potentes de este célebre líquido que permaneció prohibido a los franceses por la toxicidad del fenol desde 1915 hasta 1988.
El agua gotea lentamente sobre un cubo de azúcar estratégicamente colocados en una cuchara ranurada. Su inusual sombra de brillante color verde ofrece un reconocimiento instántaneo que sólo puede ser una cosa: absenta.
Sin embargo la fómula tradicional de destilar esta bebida -en un alambique diseñado por el ingeniero Gustave Eiffel- parece haberse perdido porque se trata de un proceso muy complejo.
La bebida a base de hierbas que volvió loco a Van Gogh se sirve en un algunos bares y restaurantes franceses, pero la legislación francesa no permite que ninguna botella producida en Francia lleve el nombre de absenta.
Además, la normativa también estableció la cantidad de los componentes del licor, en particular del hinojo, que si se supera convierte al producto en ilegal.
Mitos y leyendas
Y con una historia tan turbia, muchas personas todavía creen que la absenta es ilegal en Francia. "Soy consciente del mito, al principio me pregunté si era cierto que hay algo en la absenta que hace que la gente enloquezca. Yo lo probé y no me volví loca", afirma Lea, de 19 años, quien frecuenta un popular bar de estilo gótico en París.
El dueño del bar La Cantada asegura que su establecimiento dispone de la mayor variación de marcas de absenta de la capital francesa y reconoce que el misticismo de este licor es una atracción para los clientes.
"Es la leyenda, esas historias de poetas las que atraen a la gente a beber absenta", explica Mickey.
A unos 300 kilómetros al suroeste de París, se encuentra la Destilería Combier, fundada hace 75 años, y que se ha beneficiado del reciente resurgimiento del interés por la absenta en EE.UU. , donde fue legalizada hace tres años.
Hace cuatro años, el dueño de Combier, Franck Choisine se vio obligado a detener la producción de algunos de sus más caras y codiciadas absentas después de que los inspectores probaran la bebida y determinarán que era ilegal.
Un nuevo decreto de marzo ha establecido que la cantidad de alcohol de su licor está permitida y Choisine, aunque contento, asegura que todavía le queda una última batalla que librar, que la absenta recupere su nombre.