El vertido de crudo en el Golfo de México causa su primera baja en el Gobierno de Obama
- Dimite el responsable de la concesión de licencias para los yacimientos
- Obama admitió que su oficina tenía conflicto de intereses con las petroleras
La primera baja en el Gobierno del presidente Barack Obama causada por el derrame de crudo en el Golfo de México ha sido Chris Oynes, responsable de los programas de prospección de petróleo, que ha dimitido este lunes de su cargo.
La dimisión de Oynes se produce en medio de una investigación que el Congreso de Estados Unidos lleva a cabo sobre el derrame de petróleo causado por la explosión de una plataforma de British Petroleum el pasado 20 de abril.
Obama ya denunció hace unos días, cuando asumió su parte de responsabilidad en el desastre, la "intima" relación existente entre las petroleras y la administración en Washington y señaló precisamente a la oficina de Minería, en la que trabajaba Oynes.
Esa oficina, dependiente del Departamento de Interior --equivalente a un Ministerio de Medio Ambiente-- se encargaba de emitir los permisos de prospección y, al mismo tiempo, cobrar los derechos de explotación, informa Gabriel Herrero, corresponsal en Washington de RTVE.es.
La colusión de intereses llegó al extremo de las orgías de sexo, regalos y drogas que organizaban las petroleras para ganar el favor de los funcionarios encargados de supervisarlas. El resultado ha sido que la agencia concedió los permisos de explotación sin los requisitos de protección medioambiental, según The New York Times.
Obama ya dio instrucciones a su secretario de Interior, Ken Salazar, para que reforme de "arriba a abajo" la agencia y escinda los dos departamentos en conflicto. También prohibió nuevas extracciones petrolíferas hasta aclarar las causas del vertido, para lo que creará una comisión independiente mediante una orden ejecutiva.
Una renuncia aplaudida
La renuncia de este lunes ha sido comunicada por el propio Oynes en un mensaje electrónico dirigido a todos los empleados del Programa de Administración de Proyectos Minerales y de Energía Marinos.
Por su parte, el republicano Darrell Iss, miembro del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno en la Cámara de Representantes, ha calificado la decisión de "buen comienzo".
Ha agregado que durante más de una década su oficina se ha caracterizado por la corrupción y la mala administración. "Esto no fue obra de una sola persona sino la culminación de una fractura burocrática. Esta renuncia es un buen comienzo", pero esa oficina necesita una reforma integral y exhaustiva, ha recalcado.
El derrame del Golfo de México amenaza los hábitat marino y terrestre así como las industrias pesqueras y turísticas de los estados de Luisiana, Alabama, Mississippi y Luisiana.