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Calderón condena la ley de inmigración de Arizona y Obama cree que está mal enfocada

  • El presidente de México dice que se basa unos "principios injustos, parciales y discriminatorios"
  • A Obama no le gusta pero cree que expresa la "frustración con un sistema de inmigración roto"

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Obama y Calderón, en los jardines de la Casa Blanca.
Obama y Calderón, en los jardines de la Casa Blanca.

La rueda de prensa conjunta de los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y México, Felipe Calderón, ha puesto de relieve los distintos puntos de vista que ambos tienen sobre la ley de inmigración del estado de Arizona. Calderón la condena abiertamente. Obama contemporiza y pide tiempo para elaborar una reforma a nivel federal.

El presidente mexicano no se ha andado por las ramas en lo que ha sido el tema estrella de la comparecencia. Ha dicho que se opone firmemente a esa ley porque "parte de principios injustos, parciales y discriminatorios". Aunque respete la soberanía de EE.UU. en esta cuestión, rechaza que "se trate a los inmigrantes como delincuentes".

Obama "justifica" la ley

Obama considera que la ley de Arizona está "mal enfocada", ya que abre la "posibilidad de acoso" al inmigrante ilegal. Incluso después de que haya sido enmendada por la gobernadora: sólo se podrá exigir la documentación o el estatus legal cuando el sospechoso infrinja una ley. El departamento de Justicia estudia si vulnera los derechos civiles y Obama actuará en consecuencia cuando le remita el informe.

No obstante, el presidente de EE.UU. ha justificado la existencia de esta ley en el sentimiento de muchos ciudadanos. Cree que "expresa algunas de las frustraciones del pueblo americano porque no se arregla un sistema de inmigración roto". Esa es la clave. De hecho, según el prestigioso instituto Pew, hasta el 73% de la población respalda algunos aspectos de la ley de Arizona.

Obama es consciente de que la mejor solución es aprobar una reforma migratoria a nivel federal, uno de sus compromisos electorales. Una reforma que ordene la inmigración, asegure las fronteras y dé la posibilidad a los que han entrado ilegalmente de regular su situación: pagando una multa, poniéndose al día con Hacienda y "hablando inglés".

El problema es cómo sacarla adelante en el Congreso. Obama ha reconocido públicamente que no cuenta con 60 votos en el Senado. Y por eso, precisa el apoyo de algunos republicanos. Algo difícil de conseguir con las elecciones de mitad de mandato a la vuelta de la esquina, el próximo mes de noviembre.

Palabras en español de Obama

Junto a la inmigración, ambos dirigentes han abordado la violencia de los cárteles de la droga, que castiga con especial virulencia a México. Hay un compromiso sin concreción de reforzar la frontera e impedir el tráfico de armas desde Estados Unidos.

Otro aspecto de la cooperación inevitable entre vecinos. Según Obama, "Estados Unidos y México no son sólo vecinos que están unidos por la geografía; somos por elección amigos y socios, estamos ligados por nuestros vínculos comerciales, por nuestros obreros y turistas, por nuestros estudiantes y docentes, y por nuestras fuerzas armadas, que se sacrifican para mantenernos seguros", ha asegurado Obama.

El presidente estadounidense ha recordado que Calderón fue el primer mandatario extranjero con el que él se reunió tras ser elegido y ha destacado los importantes lazos que unen a estas dos naciones vecinas y amigas.

Obama ha destacado cómo trabajando juntas, las dos naciones pueden "conseguir crear puestos de trabajo y prosperidad" y que su frontera común "sea moderna segura y eficiente, con una inmigración ordenada y una mayor colaboración en la lucha contra los narcotraficantes que amenazan" a ambos países".

"Trabajemos juntos", ha declarado Obama en español.

Visita de Estado

"Sé que compartimos el mismo interés por promover condiciones de vida dignas, legales y dentro del respecto del orden para los inmigrantes", le ha concedido a Obama.

Terminada la ceremonia de bienvenida, ambos presidentes celebrarán una reunión de trabajo en la que se espera que aborden asuntos relacionados con la inmigración, la lucha contra el narcotráfico y el comercio.

El encuentro de este miércoles en el Despacho Oval es el cuarto bilateral entre ambos y la undécima ocasión en que coinciden en reuniones a dos bandas o cumbres multilaterales.

La visita del presidente mexicano y su esposa, Margarita Zavala, a Washington concluirá este jueves, cuando Calderón pronuncie un discurso ante las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos