Israel ofreció cabezas nucleares a Sudáfrica durante la época del apartheid
- Simon Peres ofreció tres tipos de armas: convencionales, químicas y nucleares
- El ex jefe naval surafricano Dieter Gerhard ya dio esta versión en 1983
Israel ofreció vender cabezas nucleares al régimen segregacionista surafricano en 1975, según documentos secretos que constituyen la primera prueba documental de la posesión de armas atómicas por el Estado judío.
Esta es la información que recoge este lunes The Guardian que también muestra fotografías de los documentos sobre las reuniones celebradas por altos dirigentes de ambos países en 1975.
En estas reuniones el ministro surafricano de defensa, Pieter Willem Botha, solicitó las bombas y su homólogo israelí Simon Peres, actual presidente de Israel, se las ofreció "en tres tamaños".
Israel, al descubierto
El documento fue descubierto por el académico estadounidense Sasha Polakow-Suransky mientras preparaba un libro en torno a la estrecha relación entre los dos países ya había permanecido en secreto hasta ahora porque los dos políticos firmaron también un amplio acuerdo que incluía una cláusula por el que se declaraba secreta su existencia.
Con él se prueba que Israel dispone del arma atómica pese a su política de "ambigüedad" por la que ni lo niega ni lo confirma.
Según The Guardian, las autoridades israelíes trataron de impedir que el Gobierno surafricano post-apartheid desclasificara el documento a solicitud de Polakow-Suransky.
Esta revelación cobra especial importancia esta semana en la que las conversaciones sobre no proliferación nuclear que se celebran en Nueva York se centran en la situación en Oriente Medio.
Además, Israel que se presenta como un país "responsable" que en ningún caso abusaría de sus bombas nucleares, a diferencia de otros como el actual Irán, deberá hacer frente ahora a dichas informaciones.
"La alianza secreta de Israel con el apartheid en Sudáfrica"
Polakow-Suranksy ha dedicado al tema un libro titulado "The Unspoken Alliance: Israel's secrety alliance with apartheid South Africa", que se publica esta semana en Estados Unidos.
Según el autor, entre las personas que asistieron a aquella reunión el 31 de marzo de 1975 estaba el jefe del Estado mayor surafricano, el teniente general RF Armstrong.
Éste elaboró inmediatamente un memorándum que señalaba los beneficios que supondría para el país la obtención de los misiles Jericó armados con cabezas nucleares.
Poco más de dos semanas más tarde, el 4 de junio, Peres y Botha mantuvieron una reunión en Zúrich en la que se trató del proyecto Jericó, rebautizado Chalet.
Las minutas secretas de esa segunda reunión señalan que "el ministro Botha expresó su interés en un número limitado de unidades de Chalet siempre y cuando estuviese disponible la carga correcta".
Y sigue el documento: "El ministro Perez explicó que la carga correcta estaba disponible en tres tamaños. El ministro Botha expresó su gratitud y dijo que pediría consejo".
Según el periódico, la expresión "tres tamaños" se refiere supuestamente a los tres tipos de armas: convencionales, químicas y nucleares.
Israel no había recurrido al eufemismo, "carga correcta" para referirse a armas convencionales y refleja la sensitividad israelí en todo lo relativo a sus armas nucleares.
El acuerdo no llegó a firmarse finalmente en parte por el costo que suponía. Además, habría necesitado la aprobación final del primer ministro israelí, lo que no era del todo seguro, según The Guardian.
Sudáfrica llegó a fabricar sus propias armas atómicas, posiblemente con ayuda israelí, pero la colaboración entre ambos países en materia de tecnología militar se intensificó a lo largo de los años.
Suráfrica suministro a Israel buena parte del uranio que este país necesitaba para desarrollar sus armas nucleares.
Los documentos confirman la versión del ex jefe naval surafricano Dieter Gerhard, encarcelado en 1983 por espiar a favor de la Unión Soviética.