Periodista en Colombia, profesional de alto riesgo
- En los últimos 20 años han sido asesinados en el país más de 150 periodistas
- Hablamos con Eduardo Márquez, presidente de los periodistas colombianos
- Él nos descubrió a Pedro Cárdenas, el protagonista del reportaje Maldito oficio
Eduardo Márquez fue el periodista que nos habló por primera vez de Pedro Cárdenas, el hombre que se convirtió en el protagonista del reportaje "Maldito oficio". Hablamos en Bagdad en mayo de 2009 a unos 48 grados centígrados a la sombra. Fue una entrevista tan angustiosa por el calor como interesante por su contenido. Al final la hemos aprovechado poco en el reportaje porque quién mejor que Pedro Cárdenas para ilustrar cómo vive y cómo sufre un periodista en Colombia. Márquez, Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas, estuvo especialmente brillante en su última respuesta.
- P: ¿Cómo es hacer periodismo en Colombia?
“El nivel de impunidad es muy alto y eso es una invitación para que los intolerantes nos agredan con muchísima frecuencia“
R: Hacer periodismo en Colombia es sumamente complicado porque estamos atenazados por dos grandes factores. Por uno, la violencia de los intolerantes y ahí tenemos toda la gama ideológica: Marxistas, paramilitares de extrema derecha, narcotraficantes y el propio Estado que nos ataca y nos agrade con frecuencia¿ Y por otro lado, unas condiciones laborales que se salen de toda idea. Los periodistas colombianos no ganan salario ni un horario, sino que están obligados a vender publicidad para financiar sus ingresos. Y este trabajo se realiza en medio de una impunidad muy grande. La justicia no actúa en la mayor parte de las agresiones a los periodistas. En los últimos 20 años, más de 150 colegas han sido asesinados y de esos casos se han resuelto unos 12 ó 14 nada más. Y eso porque algunos de los grupos paramilitares de extrema derecha que se desmilitarizaron recientemente han regresado a las armas, confesaron los crímenes de estos periodistas para acogerse a una ley que se llama Justicia y Paz y pasan a la vida civil. Eso muestra que el nivel de impunidad es muy alto y eso es una invitación para que los intolerantes nos agredan con muchísima frecuencia. El año pasado detectamos 111 agresiones contra periodistas. Como Federación Colombiana de periodistas hicimos campaña intensa para que fueran liberados. Hoy día la guerra en Colombia se está cubriendo básicamente con fuentes oficiales porque hablar con la guerrilla significa ser señalado por las autoridades como partícipe o cómplice del periodismo. Así es que trabajar en Colombia es sumamente difícil.
- P: Entremos en detalles. Ha habido 150 asesinatos y otros muchos están en el objetivo de los intolerantes. ¿Qué hacen esos periodistas?
“La mayor parte de colegas han sido asesinados por investigar casos de corrupción“
R: Básicamente, los periodistas son agredidos porque les llevan a investigar temas que algún grupo de poder no está interesado en que se investigue. Los grupos armados, las guerrillas o los paramilitares de extrema derecha están muy interesados en que no transciendan los atropellos que cometen contra la población civil. Básicamente, quieren eliminar al periodista que está mostrando todas las atrocidades que cometen para posicionarse militarmente. Y por otra parte, todos consideran que los medios de comunicación deben ser su altavoz y de alguna manera, sea con la seducción o generalmente con la coacción armada, intentan convertir al periodista en una especie de su jefatura de prensa. Estoy haciendo un cálculo y realmente la mayor parte de periodistas asesinados y agredidos no han sido asesinados en el contexto de la guerra... La mayor parte lo han sido en la puerta de su casa o en la puerta del trabajo. Sólo dos colegas han muerto cubriendo el conflicto armado y esto en un país en guerra es todo un récord. La mayor parte de colegas han sido asesinados por investigar casos de corrupción.
- P: Muchas de las amenazas vienen de los paramilitares, pero ¿qué hace el Gobierno? ¿Es el Estado colombiano una amenaza?
R: Sí. El Gobierno tiene una doble actitud. Por un lado tiene un comité de protección de periodistas que depende del Ministerio del Interior donde nosotros, como organización de periodistas, tenemos asiento y a través del cual se han salvado muchas vidas porque hay recursos allí que habitualmente no tenemos¿ Escoltas, chalecos antibalas o recursos para sacar rápidamente a un periodista que puede ser asesinado. Por otra parte, el Estado nos arremete, nos ataca. No solamente los militares sino el propio presidente de la República. Se ha vuelto común que un periodista que investiga temas oscuros o que no le interesan al presidente de la República sea atacado públicamente por él a través de los medios de comunicación.
- P: ¿Qué les lleva a los periodistas colombianos a seguir ejerciendo el periodismo?
R: Es una pregunta que nos hacen con mucha frecuencia. Por qué hacen periodismo ustedes. La respuesta¿ Por un lado estamos locos. Pero por otro hay muchísima pasión y muchísimo deseo de ayudar a transformar la realidad hacia un futuro más democrático que el que vivimos en este momento
- P: En periodismo, no sólo se sufren las amenazas físicas. También hay de otro tipo: Las económicas y las de la crisis global que están transformando el periodismo. ¿Cómo va a ser esta profesión dentro de diez o veinte años?
“Hay que pasarle una cuenta ética a los empresarios de los medios“
R: Tengo mucho temor porque he notado que las empresas periodísticas cada vez que hay una crisis económica se inventan una cantidad de modalidades para pagar menos a los periodistas. Veo, por ejemplo, que el concepto del videógrafo se está extendiendo en las salas de redacción de los canales de televisión. De tal manera que el camarógrafo es camarógrafo, periodista y conductor simultáneamente. Veo el concepto de periodismo ciudadano que suena muy democrático y muy bien... En el que ciudadanos del común toman fotografías y hacen notas, pero sin ninguna responsabilidad ética como tenemos los periodistas. Y a esto lo llaman los empresarios un gran paso hacia la democracia. Igualmente veo otro concepto en esta crisis que la pregonan con clarinetes y bombos y es el del periodista multimedia: Que escribe, que habla, que toma fotos, que baila, que canta, que hace todo tipo de piruetas y esto es producto del ilimitado afán de los empresarios. Esto debe tener un límite... Porque ese límite es la democracia y el derecho de los ciudadanos a ser informados de una manera oportuna, veraz y equilibrada. Creo que hay que pasarle una cuenta ética a los empresarios de los medios y que nos pongamos de acuerdo empresarios, periodistas y ciudadanos para saber qué sociedad queremos hacia el futuro y qué sociedad vamos a fomentar a través de los medios de comunicación. Y la situación sociolaboral de los periodistas es un tema central en ese debate.