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Los pilotos del avión de Kaczynski desoyeron las indicaciones de emergencia del aparato

  • Según el encargado de la investigación los pilotos no deberían haber aterrizado

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Restos del avión siniestrado el pasado 10 de abril en Rusia
Restos del avión siniestrado el pasado 10 de abril en Rusia

Los pilotos del avión del presidente polaco Lech Kaczynski, que colisionó el pasado mes en Rusia, no prestaron atención a varias advertencias de los indicadores automáticos del aparato, según ha declarado este miércoles el representante polaco del comité de investigación.

"A mi parecer, reiteradas veces, los pilotos hicieron caso omiso de las advertencias de los indicadores automáticos: +terrain ahead + (advirtiendo de la proximidad del suelo) y +pull up + (subir, ascender)", ha declarado al diario Rzeczpospolita, el representante de Polonia del comité de investigación, Edmund Klich, y al que se le han encargado las investigaciones sobre accidentes aéreos en 12 países de la antigua URSS.

Las múltiples posiblidades

"Cuando se encontraron a 100 m de altitud, deberían haber comenzado a retomar altitud en lugar de pensar que conseguirían el aterrizaje ante condiciones meteorológicas tan extremadamente difíciles como las del aeropuerto de Smolensk", ha afirmado.

Junto a estas afirmaciones, que suponen un nuevo paso más para saber qué ocurrió, el pasado martes se confirmaba la identidad de una de las dos personas ajenas a la tripulación, el general Andrzej Blasik, que se encontraban en la cabina del piloto cuando se produjo la colisión.

Cuando se averiguó la presencia de dichas personas, las posibilidades apuntaban hacia una posible orden de algún lato cargo a los pilotos para obligarles a hacer el aterrizaje aunque más tarde dicha opción parece haberse descartado.

Eso sí, el representante de la investigación, ha insinuado que, aunque no se presionara directamente para aterrizar a los pilotos, indirectamente sí pudieron verse influenciados ya que la sola presencia del general Blasik podía constituir un elemento de presión. "Cuando uno redacta un texto en su ordenador y alguien está detrás, mirándole, ¿eso no estresa? A mi, sí", ha concluido.