iPad VS. ultraportátiles
- Viene precedido por un éxito de ventas arrollador en EE.UU.
- Supone un cambio radical en el paradigma de la informática personal
- RTVE.es lanza su versión en el iPad para seguir los contenidos de nuestra web
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Durante mucho tiempo se habló de la posibilidad de que Apple entrara en el mercado de los ordenadores ultraportátiles, que durante 2008 y 2009 experimentó un crecimiento espectacular.
Pero en abril de 2009 Tim Cook, que llevó las riendas de la empresa durante la ausencia por enfermedad de Steve Jobs declaró que Apple no fabricaba ese tipo de ordenadores porque los considera un producto malo y una experiencia de usuario nefasta, arrojando un cubo de agua fría sobre todas estas especulaciones.
Sin embargo, Apple estaba trabajando en otro producto que queda a medio camino entre el teléfono inteligente y el ordenador portátil, el tablet. E incluso en este caso parecía no tenerlo claro del todo, pues el propio Steve Jobs dijo en la presentación del iPad, el anticipadísimo tablet de Apple, que no sabía si existía un mercado para un producto así, pues de hecho ya hace años que hay tablets en el mercado y nunca han tenido un gran éxito, pero que de existir el iPad era el producto perfecto para este.
Como es habitual, y más en este caso en el que las expectativas alcanzaron niveles estratosféricos, tras la presentación comenzaron a llegar las primeras críticas, en muchos casos sin tan siquiera haberle puesto las manos encima al iPad. Que si no tenía cámara, que si no soporta multitarea, que si necesita adaptadores extra para conectarlo a un monitor o para descargar fotos de una cámara vía USB, que si precisamente cualquier ultraportátil era más capaz, etc, etc.
Pero esas críticas se equivocaban en dos aspectos. Por un lado, no supieron ver que lo importante del iPad no era su encarnación física en este modelo, pues con toda seguridad en Apple ya están trabajando en al menos un par de generaciones posteriores, sino en el cambio de concepto que representaba.
“La mayoría no saben ni les importa qué sistema operativo usa“
Lo que importa del iPad es que es un ordenador que no parece serlo, y eso, para la gran mayoría de las personas del mundo, es una gran ventaja, pues no saben ni les importa qué sistema operativo usa -de hecho no saben qué es un sistema operativo- o si puede hacer multitarea o no; ya irá ganando prestaciones con el tiempo.
Y el otro error es precisamente compararlo con un ordenador, al que no pretende sustituir, aunque algunos usuarios avanzados ya hayan decidido vender sus portátiles para quedarse con un iPad como ordenador de viaje.
Ese es, quizás, el problema de preguntarle a los usuarios de perfil más técnico, que eran los que estaban más pendientes del lanzamiento pero que, visto lo visto, eran poco representativos del público objetivo del iPad.
Y es que lo cierto es que el iPad ha sido un éxito de ventas arrollador, vendiendo más de 500.000 unidades en su primera semana sólo en los Estados Unidos, sobrepasando la barrera del millón de unidades a los 28 días de salir a la venta, y forzando a la empresa a posponer su lanzamiento internacional ante la altísima demanda.
Si lo comparamos con el iPhone, que salía a la venta en un segmento de mercado que estaba claro que tenía demanda y que los consumidores entienden y conocen, y que tardó 74 días en alcanzar esta cifra, el dato es quizá aún más sorprendente y revelador.
Da la impresión de que los compradores están más que dispuestos a hacerse con un dispositivo que les permita entrar en el mundo digital sin una curva de aprendizaje tan empinada como para que no sean capaces de superarla, por no hablar de los dueños de uno o más ordenadores y que ven en el iPad un compañero perfecto para estos para los momentos de asueto o para cuando estás tirado en el sofá y no tienes ganas de andar trasteando con el ordenador "de verdad".
¿Ultraportátil o iPad?
De hecho, una encuesta informal hecha por Retrevo en los Estados Unidos, y habría que ver si la muestra es lo suficientemente grande, ha arrojado el resultado de que un 30% de los entrevistados que estaban a punto de comprar un ultraportáil en enero, cuando fue anunciado el iPad, decidieron esperar a que este estuviera disponible y comprarse uno.
Este dispositivo, "mágico" en palabras del propio Steve Jobs, llega hoy a España y a otros ocho países, al menos de forma oficial, porque ya hay decenas sino cientos o miles de ellos en España traídos de los Estados Unidos por personas a las que les ha coincidido traérselos de un viaje o por personas que han ido allí a comprárselos, y porque algunos ya han sido entregados antes de tiempo ayer por la tarde, contraviniendo las órdenes de Apple al respecto.
Y todo hace suponer que el éxito, al menos de momento, de nuevo va a ser arrollador a tenor de todo lo que se habla de él y de cómo personas de perfiles distintos lo ha ido encargando ya desde que se abrió el plazo para hacerlo.
En lo que se refiere al futuro, y esto lo dice alguien que cuando Apple sacó el iPod original pensó que iba a ser un fracaso tal que iba a acabar con la propia empresa, creo que estamos viviendo el comienzo de una auténtica revolución en el campo de la informática, aunque el iPad tendrá compañía en ella, a pesar de que hoy por hoy le lleva varios cuerpos de ventaja a cualquiera de sus competidores.
Esa compañía vendrá de la mano de otros productos similares que saldrán al mercado, aunque de ella creo que quedarán excluidos los que funcionen con Windows 7, que a pesar de representar una mejora enorme respecto a su predecesor simplemente no está pensado para ser usado con una pantalla táctil. Y en descargo de lo del iPod diré que cuando Apple presentó el iPhone, que cosechó también muchas críticas por lo que le faltaba, dije que iban a vender no todos los que quisieran vender sino todos los que fueran capaces de fabricar, como así parece que ha sido y sigue siendo.