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Los cooperantes españoles cumplen 181 días de infierno en el desierto de Sahel

  • Albert Vilalta y Roque Pascual llevan 6 meses en cautividad en Mali
  • Alicia Gámez fue liberada el pasado 10 de marzo tras 101 días de secuestro
  • Sus secuestradores: El grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)

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Los cooperantes catalanes Albert Vilalta y Roque Pascual cumplen este fin de semana medio año secuestrados en el Sahel (Mali). El pasado 29 de noviembre cuando repartían ayuda humanitaria en Mauritania un grupo de colaboradores de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) los asaltó en mitad de una carretera y los llevó al norte de Mali.

Los raptores apresaron también a la voluntaria Alicia Gámez, que fue puesta en libertad a los 101 días de cautiverio, el pasado 10 de marzo.

Según los expertos, el largo cautiverio se debe al valor de los rehenes. Los españoles se cotizan alto y por eso su puesta en libertad es lenta. 

¿Quiénes son los secuestrados?

ALBERT VILALTA

Albert Vilalta es ingeniero de caminos y director general de las empresas Túneles y Accesos de Barcelona (Tabasa) y Túneles del Cadí. Ambas son empresas participadas por la Generalitat de Cataluña que explotan la entrada de Barcelona por los túneles de Vallvidrera y el que atraviesa el macizo del Cadí.

Vilalta es hijo de Albert Vilalta, que fue conseller de Medio Ambiente durante la etapa de Jordi Pujol al frente de la Generalitat.

Es miembro de Barcelona Acció Solidària (BAS), una asociación sin ánimo de lucro fundada en el año 2000 cuyo objetivo es la cooperación internacional al desarrollo, la ayuda humanitaria y la solidaridad con los países menos desarrollados.

Albert Vilalta, resultó herido de bala en una pierna "en el momento del secuestro", el 29 de noviembre. Según fuentes diplomáticas el cooperante fue tratado y se encuentra bien.

ROQUE PASCUAL

Roque Pascual es consejero delegado de la empresa Gecoinsa, dedicada al sector de la construcción. También es "patrono" de la "Fundación Tallers de Catalynya", centro que ayuda a personas con discapacidades psíquicas a acceder al mundo laboral.

Desde hace años participa en la caravana solidaria al África Occidental que organiza la ONG Barcelona Acció Solidària (BAS).

ALICIA GÁMEZ

Alicia Gámez es funcionaria de la Administración de Justicia y trabaja en los Juzgados de Primera Instancia ubicados en la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

Cooperaba junto a sus compañeros en la caravana solidaria África Occidental que busca apoyar a las ONG que trabajan en Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia.

La ayuda se hace mediante el transporte a coste cero, en quince días y en las mejores condiciones posibles, del material que estas asociaciones necesitan para el desarrollo de sus proyectos.

101 días ha estado Alicia Gámez en manos de sus secuestradores. La capturaron junto a sus compañeros Albert Vilalta y Roque Pascual cuando viajaban en un convoy de ayuda humanitaria por la carretera príncipal de Mauritania.

Fue liberada el pasado 10 de marzo.

¿Quiénes son los secuestradores?

Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), anteriormente conocido por Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, es una organización terrorista internacional de origen argelino creada en 1997. Está vinculada desde sus orígenes con la Yihad Islámica y desde 2006 con Al Qaeda. AQMI está dirigida desde 2004 por Abdelmalek Droukdel. 

Está considerada como una de las organizaciones de terrorismo islámico más peligrosas de Europa.

Mauritania es un país donde se han detectado varios grupos extremistas, entre ellos el denominado Al Qaeda en el Magreb. En 2006 se sumaron al entramado terrorista de Bin laden y fue entonces cuando comenzaron a atentar contra objetivos occidentales

Al Qaeda justificó el secuestro de los cooperantes por la participación de España en Irak y Afganistán. Defienden la guerra santa y suele centrar sus ataques en la fuerzas de seguridad. 

El Estado español ocupa un lugar destacado en el imaginario colectivo y en la agenda del radicalismo islámico, que manifiesta una clara obsesión por la recuperación de lo que fue Al Andalus.

Las redes yihadistas se activan en España desde hace años, siendo su logro más criminal hasta la fecha los atentados del 11-M.

Pruebas de vida

Vídeos, cartas, fotografías y llamadas telefónicas son las pruebas de vida que las familias y el Gobierno han recibido por parte de Al Qaeda en el Magreb Islámico durante estos seis meses de secuestro.

Los negociadores malienses mostraron un vídeo en el que aparecían dos hombres y una mujer con un fondo en el que se aprecia que se encuentran en medio del desierto.

Detrás de ellos aparecen varios hombres cubiertos con turbantes y armados con fusiles kalachnikov y un fondo con banderas y pancartas en las que aparecen escritos varios eslóganes en árabe.

Pero, la mayor prueba, la definitiva es la que ha traído consigo la cooperante catalana: "están bien de salud, nerviosos y con muchas ganas de ser liberados pronto".

De hecho, fue Gámez la única que pudo llamar a sus familiares durante los días de cautiverio.

Un muro de silencio

Gobierno y afectados imponen un muro de silencio informativo para facilitar la resolución del secuestro. Desde el primer día, las familias de los tres cooperantes catalanes dejaron claro que su actitud no tendría nada que ver con la continua presencia en los medios de los familiares del pesquero Alakrana.

El Gobierno les dijo que en la negociación para liberarlos la prudencia sería su mejor aliado, y ellos han llevado su dolor en silencio.

A principios de diciembre el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dejó claro por dónde se tenía que ir: no había que caer en los errores del pasado.

"Una de las conclusiones que se extrajo del secuestro del pesquero Alakrana es que la prudencia y la discreción tienen que mantenerse, porque si no estaríamos dando pistas a los secuestradores como se dieron desgraciadamente a los piratas".

No en vano, cuando Zapatero se reunió con los familiares de los marineros del Alakrana, 40 días después de que el buque fuera abordado por los piratas, les pidió que midieran sus declaraciones públicas. Las familias cumplieron, aunque probablemente unos días tarde. 

De momento, el silencio es la única arma que tienen los familiares para que Roque y Albert vuelvan casa.

Dudas con el rescate

En enero el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmaba el compromiso del Gobierno para resolver satisfactoriamente el secuestro de los cooperantes españoles en Mauritania, pero eso sí,  subrayó que el Ejecutivo español "no paga rescates".

"Esa posición es clara y firme", recalcó Moratinos.

Un mes después algunas informaciones apuntaban a que el Gobierno habría pagado un rescate por la liberación de los tres cooperantes secuestrados

en Mauritania y pidió la confianza en las gestiones del Ejecutivo.

El diario El Mundo publica que el Ejecutivo habría pagado 5 millones de dólares de rescate. 

El 10 de marzo liberan a Alicia Gámez. De la Vega niega que se haya pagado un rescate. La vicepresidenta primera del Gobierno subrayó, durante la rueda de prensa convocada para dar los detalles de la operación, que su puesta en libertad ha sido "resultado del trabajo de los servicios diplomáticos y de inteligencia"  y de la cooperación con otros países a lo largo de estos tres meses.

"No ha habido otro tipo de contraprestación", añadió.

Avances para su liberación

Cada vez es más complicado saber en qué momento están las negociaciones porque actualmente se desarrollan a un nivel de máximo secreto para no poner en peligro a los rehenes.

En febrero Mali excarceló a cuatro activistas a cambio del francés Pierre Camatte, capturado apenas cuatro días antes que los españoles.

La decisión enfureció a Mauritania y a Argelia, que retiraron sus embajadores de Bamako. Ahora hay más países que no quieren entrar en la vía de la negociación por razones políticas.

La liberación de Alicia Gámez se produjo el pasado 10 de marzo, lo que albergó esperanzas en el futuro de Vilalta y Pascual, cuyas negociaciones siguen siendo hoy una incógnita.

La última buena noticia desde Mali llegó el pasado 16 de abril con la liberación del italiano Sergio Cicala y su esposa Filomene Dabouree, secuestrados en Mauritania apenas tres semanas después de los catalanes.

El último secuestro se produjo el pasado 19 de abril cuando Michel Germaneau, un francés de 81 años, caía en las redes de Al Qaeda en el Magreb Islámico en el norte de Níger.

El Gobierno español mantiene su mutismo sobre el secuestro de los cooperantes y, seis meses después, sigue apelando a la prudencia.

Inminente, ha sido la palabra más utilizada por las fuentes cercanas a la negociación durante estos seis meses, aunque el tiempo ha desmentido todos los plazos optimistas.