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Al Gore y su mujer se separan

  • La pareja se separa tras 40 años de matrimonio
  • La ruptura es de mutuo acuerdo

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El "profeta" del cambio climático y ex vicepresidente de EE.UU., Al Gore, ha decidido separarse de su mujer, Tipper Gore, tras 40 años de matrimonio. La ruptura ha sido de mutuo acuerdo, según han comunicado a sus amigos, y no necesariamente debe acabar en divorcio.

La noticia ha saltado después de que la revista Politico se hiciera con el email que la pareja ha enviado a sus conocidos. Remitido por "Al y Tipper GoreW", el matrimonio dice que "hoy anunciamos que, después de pensarlo y discutirlo mucho, hemos decidido separarnos".

La pareja asegura que han tomado la decisión de mutuo acuerdo y pide que se respete su intimidad y la de su familia. Añaden que no harán más comentarios.

Una pareja respetada

Los Gore tienen cuatro hijos y viven en el Estado de Tennessee. Acababan de celebrar su cuadragésimo aniversario hace dos semanas. y según Los Angeles Times, se habían comprado esta primavera una villa de casi 9 millones de dólares en Montecito, California. Ambos crecieron en la capital, Washington, y se conocieron en un baile de graduación de instituto. Contrajeron matrimonio el 19 de mayo de 1970.

Al Gore, de 62 años, fue vicepresidente con Bill Clinton y tras finalizar los dos mandatos, optó a la Presidencia. Perdió en el año 2000 y por la mínima las elecciones ante George W. Bush, después del fraude en el Estado de Florida. Posteriormente, dedicó su carrera a la lucha contra el cambio climático y ganó el premio Nobel en 2007 por esta causa.

Tipper Gore, de 61, es fotógrafa profesional. En 1996 publicó su visión de la vida de un vicepresidente: "Imagina esto, un diario visual". Ha cubierto las campañas electorales de su marido entre bambalinas y le ha acompañado en múltiples conferencias en la lucha contra el cambio climático.

El país ha acogido con tristeza y sorpresa la separación del matrimonio. Todos recuerdan el beso, "the big kiss", que Al Gore le dio a su mujer cuando ganó la convención Demócrata de 2000 que le eligió como candidato a la Presidencia. También, el glamour de una pareja que supo distinguir su vida personal de la profesional, que compartió objetivos y que se convirtieron en discretos iconos del couché de la capital.