Interior traslada a Zaragoza y Asturias a una docena de presos etarras
- Entre los desplazados hay miembros veteranos de la banda
- Han sido trasladados a las cárceles de Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias)
- Rubalcaba asegura que nada a cambiado en la política penitenciaria
El Ministerio del Interior ha acercado en los últimos dos meses a una docena de presos etarras a las cárceles de Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias), según han informado fuentes penitenciarias.
Según informa Europa Press, desde que el departamento que dirige el Alfredo Pérez Rubalcaba inició su política de 'premios' y 'castigos' para los presos de la banda tras la ruptura de la tregua, estos dos penales se han convertido en los principales lugares en los que poner en práctica esta estrategia, si bien en los últimos meses esta política también se ha ampliado a otras cárceles cercanas al País Vasco.
En concreto, los presos que han sido trasladados desde el pasado mes de abril hasta la cárcel de Zuera son Josu Amantes, Aitor Herrera Vieites e Iñaki Etxeberria Martín, 'Mortadelo', procedentes de Castelló Albocasser; Iñaki Bilbao Beaskoetxea, 'Iñaki de Lemona', trasladado desdeTopas (Soria); Jokin Errazti Elorza, desde A Lama (Pontevedra) y José Jabier Zabaleta Elosegi, de Puerto III (Cádiz).
En cuanto a la prisión asturiana de Villabona, los trasladados en las últimas semanas son Juan Ignacio Delgado Goñi y Sebastián Prieto Jurado, procedentes de A Lama; Andoni Díaz Urrutia, que cumplía condena en Soria; Sebas Etxaniz Alkorta, en Villena; Arnatz Oiartzabal Ubierna, en Navalcarnero (Madrid) y Gabriel Zabala Erasun, en Ocaña II (Toledo).
En total son 12 movimientos a estas dos cárceles, que no llevan implícito un intercambio ya que, en lo que a salidas se refiere, tan sólo se han experimentado tres: las que afectan al ex vocal de la Mesa Nacional de Batasuna Anjel Mari Elkano y otros dos dirigentes abertzales como Mikel Zubimendi y Arantxa Santesteban, en libertad bajo fianza desde mediados del pasado mes de abril.
Rubalcaba dice que la política es la misma
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha eludido ofrecer detalles acerca del traslado de estos presos y se ha limitado a explicar que se trata de una estrategia penitenciaria "que no ha cambiado y sigue siendo la misma".
"La política penitencia ya la hemos explicado tanto la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, como yo mismo en muchísimas ocasiones y no ha cambiado", ha asegurado Rubalcaba quien se encontraba en Vitoria, precisamente para firmar una serie de acuerdos en materia carcelaria con la Administración autonómica vasca.
Entre los desplazados, veteranos de ETA
En cuanto a los perfiles de los beneficiados destacan veteranos como Amantes Arnaiz, alias 'Txirlas'. Bilbaíno de 39 años, se integró en ETA en 1982 y formó parte del comando 'José Martí', que en 1983 asesinó a tres empleados de la sede central del Banco Vizcaya. Luego huyó a Francia donde fue objeto de un atentado del GAL en el que resultó herido grave. Formó parte del 'aparato político' de la banda terrorista ETA desde 1986 hasta que fue detenido en 1992 por la Policía francesa en Nantes.
'Txirlas' compartirá prisión con otro histórico pistolero como Iñaki Bilbao Beaskoetxea, alias 'Iñaki de Lemona', condenado entre otras acciones por el atentado contra la casa-cuartel de Araya (Alava) el 2 de noviembre de 1984. La Audiencia Nacional también le condenó por ametrallar un camión en 1984 que era conducido por un ciudadano francés.
El más veterano es José Jabier Zabaleta Elosegi, 'Waldo', de 59 años. El 20 de marzo de 2003 el Tribunal Supremo confirmó la pena de 100 años de cárcel por el atentado cometido el 3 de noviembre de 1980 en un bar de Zarauz (Guipúzcoa) que costó la vida a cuatro guardias civiles y a un vecino.
Otro de los etarras históricos llegados a Zuera es Iñaki Echeverría Martín, alias 'Mortadelo', condenado el 1 de marzo de 2004 a penas que suman 457 años de prisión por su implicación en el atentado con coche bomba perpetrado el 6 de febrero de 1992 en la madrileña Plaza de la Cruz Verde, en el que murieron cuatro militares y un radiotelegrafista civil.