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Aparicio, que sigue en la UCI, comienza a decir palabras y a comer sólido

  • El diestro sigue en la UCI, pero ya habla y come alimento sólido
  • Su recuperación será "larga y lenta", según los médicos

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El diestro Julio Aparicio, que sigue ingresado en la UCI del hospital 12 de Octubre de Madrid, evoluciona muy favorablemente de la grave cornada que sufrió en el cuello hace casi dos semanas en Las Ventas y ya ha comenzado a comer alimento sólido e incluso a hablar, aunque aún con muchas dificultades.

Allegados al torero señalaron que ayer le fue retirada al torero la cánula de la segunda traqueotomía y por la noche le dieron un yogur para ver cómo asimilaba los alientos sólidos.

Además ya ha comenzado a pronunciar "palabras sueltas", aunque "los familiares no le dejan", agregaron las mismas fuentes.

Todo son buenas noticias sobre el estado de salud del torero, que permanece estable y consciente, e incluso inquieto sobre el transcurso de las ferias de San Isidro y Aniversario de Las Ventas, sobre las que no para de preguntar a compañeros y miembros de su cuadrilla que pueden visitarle.

Se comunica escribiendo

La manera de comunicarse con los suyos y los doctores es a través de una libreta, en la cual no deja de apuntar y preguntar sobre su estado de salud, cómo se encuentran los suyos y otras inquietudes personales.

El doctor Montalvo, que lleva el seguimiento de Aparicio, aún se mantiene cauto sobre los plazos de recuperación del torero, sin precisar cuándo podrá abandonar la UCI para pasar de nuevo a una habitación de planta y mucho menos cuándo podrá recibir el alta definitiva.

Lo único que se prevé es que la recuperación de Aparicio sea larga y lenta. "Lo primero y más importante es el reposo, y rezar para que no vuelvan a aparecer complicaciones y todo vaya ya rodado. Pensamos que lo gordo ya ha pasado, y eso es lo que más no importa ahora", agregaron las fuentes.

Su familia no se separa ni un segundo de él, a pesar de la brevedad de las visitas, 20 minutos por la mañana y otros tantos por la tarde-noche, así como su mozo de espadas, Francisco José García "El Niño de las Ventas" está prácticamente las veinticuatro horas en el hospital.

Su ayuda de mozo de espadas, miembros de su cuadrilla, amigos, compañeros, periodistas y profesionales hacen guardia asimismo a las afueras del hospital.