Cada vez más cerca de una reforma laboral por decreto
- Termina sin acuerdo la primera reunión "fuera de plazo"
- La próxima será el miércoles, al día siguiente de la huelga de funcionarios
- Los sindicatos rechazan el abaratamiento del despido
- La patronal dice que renuncia a la rebaja de las cotizaciones sociales
- Zapatero asegura que la reforma se aprobará el día 16, con o sin acuerdo
La primera de las dos últimas reuniones previstas entre los agentes sociales para acordar la reforma del mercado laboral ha terminado sin acuerdo. El único consenso ha sido convocar una nueva reunión el próximo 9 de junio, al día siguiente de la huelga de funcionarios.
Cada vez queda menos tiempo para lograr el pacto entre empresarios y sindicatos, por lo que aumenta día a día la posibilidad de que tenga que ser el Gobierno el que imponga la reforma del mercado de trabajo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya ha marcado la fecha en que deben aprobarse esos cambios: el próximo 16 de junio, y se harán haya o no haya acuerdo.
Mientras los sindicatos recelan de esa reforma del Ejecutivo, la CEOE parece agradecida de que se haga de esa forma.
Las líneas rojas sindicales
Según el nuevo borrador de reforma laboral que presentó el 12 de abril, el Gobierno ha propuesto a patronal y sindicatos que en caso de despido disciplinario improcedente (actualmente con una indemnización de 45 días por año trabajado) la indemnización fuese también de 33 días.
Los sindicatos se oponen y defienden que se refuercen las causas del despido y no que se flexibilicen, como pide la patronal. Explican que, cuando se habla del abaratamiento del despido, el elemento "central" está en la causa, no en que se vincule a un determinado modelo de contratación.
Así, según fuentes sindicales, la patronal pretende "desjudicializar" el papel de la autoridad laboral o de los juzgados para que los empresarios puedan determinar la causa del despido y que eso prime sobre la decisión del juez. Esto sería un "despido express", aseguran.
Los sindicatos aseguran que están dispuestos a negociar sobre los procedimientos del despido y su simplificación pero, siempre que, en última instancia, sea el juez quien decida o, en su caso, una comisión paritaria o un mecanismo consensuado en el seno de las empresas.
Además, mantienen su rechazo a que se amplíe el uso del contrato de fomento del empleo, que contempla 33 días de indemnización por despido objetivo improcedente.
Para los sindicatos, ampliar ese tipo de contrato no tendría resultados, porque ahora ya se puede contratar así "prácticamente a cualquiera" y, sin embargo, sólo se utiliza para una pequeña parte de los trabajadores. Eso significa, según las organizaciones sindicales, que para los empresarios no es útil, o de lo contrario, lo utilizarían.
Actualmente, se puede hacer uso de este contrato con parados inscritos en las oficinas públicas de empleo, con edades entre 16 y 30 años, para trabajadores mayores de 45, o para desempleados que lleven al menos seis meses inscritos como demandantes de empleo. También para trabajadores con discapacidad o que tengan cargas familiares.
Ningún papel del Gobierno sobre la mesa
Los sindicatos lamentan que el Gobierno desoiga las propuestas que han planteado para la reforma laboral y denuncian que aún no conocen los "límites" del Ejecutivo, al que acusan de no haber puesto "ningún papel sobre la mesa" desde que presentó el nuevo borrador de la reforma, el 12 de abril.
Según fuentes sindicales, el Gobierno no ha respondido a sus propuestas por lo que desconocen los márgenes de movimiento dentro de la negociación. CCOO y UGT aseguran estar pendientes de dos cosas: que el Ejecutivo diga si hay dinero y que presente su propuesta concreta.
También están molestos con la patronal porque, antes de las medidas antidéficit aprobadas por el Gobierno, el plan de choque para el empleo juvenil y el contrato para la formación (que no da derecho a indemnización y que los sindicatos valoraban ampliarlo a 24 años) estaban casi acordados con la CEOE; pero ahora, después de los recortes, los empresarios se han echado atrás y, por ejemplo, piden que se pueda hacer ese contrato a personas hasta los 30 años. Esto supone alargar la precariedad, han señalado esas fuentes, que consideran que los reajustes de gasto "han contaminado" la negociación.
Reforma laboral antes de 2 semanas
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado este miércoles que la reforma laboral será aprobada en dos semanas, "haya o no acuerdo" entre los agentes sociales.
Zapatero ha reconocido que "no es nada fácil conseguir" un acuerdo y ha advertido de que el Gobierno ya tiene perfilado el contenido de una reforma que afectaría a "aspectos esenciales del mercado de trabajo". Sería aprobada el miércoles 16 de junio, víspera del último Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas durante el semestre de la Presidencia española de la UE.
El pasado 11 de febrero, el director del Gabinete para el Diálogo Social, Alfonso Morón, anunció el inicio del proceso -recuperado tras la ruptura de las negociaciones en el verano de 2009- y aseguró que habría reforma laboral "a finales de abril". Llegado ese mes, el Gobierno, los sindicatos y los empresarios acordaron ampliar el plazo hasta el 31 de mayo, fecha que se ha vuelto a prorrogar, primero hasta el 8 de junio y ahora hasta el próximo día 16.
Para el jefe del Ejecutivo es "el momento oportuno" de acometer cambios en el mercado laboral. Sin embargo, tanto el Gobierno como los empresarios y los sindicatos mostraron hoy su desesperanza por alcanzar un pacto.
Los sindicatos, cautos ante el decreto
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha advertido de que la negociación está en "un momento delicado". Toxo ha criticado los "mensajes ambiguos" de algunos miembros del Gobierno en torno a la negociación, tanto sobre los plazos marcados para cerrar un acuerdo, como sobre documentos ya escritos en relación a los contenidos de una reforma que podría ser aprobada por decreto ley.
El secretario general de Comisiones cree que la intervención del Gobierno en la mesa del diálogo social ha sido "poco proactiva" y ha asegurado que "se van marcando agendas distintas según quién habla".
Para su sindicato, el anuncio del presidente del Gobierno "desincentiva" las negociaciones en la mesa del diálogo social, ya que el hecho de poner "fecha de caducidad" a esas reuniones no aporta confianza.
"No nos gusta ese tono conminativo", han indicado a EFE fuentes de CCOO, porque "es como si Zapatero quisiera proyectar (con este mensaje) una imagen de firmeza y de capacidad de Gobierno".
En esa misma línea se ha pronunciado el secretario general de UGT, Cándido Méndez, el acuerdo no depende "de los plazos, sino de la voluntad" y ha asegurado que los sindicatos están haciendo un "esfuerzo de aproximación" que debería tener "cierta correspondencia" por parte de la patronal.
El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha reiterado que "aún es tiempo" de negociaciones para acordar la sexta reforma laboral, ya que la fecha fijada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para aprobarla por decreto el próximo 16 de junio "entra en la horquilla" de la ampliación de los contactos del diálogo social a este mes.
Ahora bien, el líder sindical ha pedido al Gobierno que empiece a "hablar de contenido" y ha vuelto a advertir que, si finalmente se recurre al decreto, los sindicatos "responderán de manera proporcionada" si se "lesionan" los derechos de los trabajadores.
Al poner fecha justo un día antes del último Consejo Europeo que se celebrará bajo Presidencia española de la UE, ha advertido Ferrer, "esperamos que el Gobierno no sucumba a la presión de los mercados y a las exigencias de Europa".
La CEOE, a favor si no hay acuerdo
Según el presidente de la CEOE, quien ha urgido a modernizar el mercado de trabajo para "volver a la senda de la creación de empleo". Sin embargo, Díaz Ferrán ha insistido en que será "muy difícil" el acuerdo porque hay "una gran diferencia" entre las partes negociadoras y ha advertido que los empresarios no firmarán nada que no sea una reforma "global y profunda".
La patronal no pondrá como condición para llegar a un acuerdo una rebaja de las cotizaciones que pagan los empresarios a la Seguridad Social, según han asegurado a EFE fuentes cercanas a la CEOE, que admiten que eso "ya llegará cuando se pueda".
Así lo han explicado después de la reunión de su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, con los vicepresidentes de la patronal, donde -según aseguran- los máximos representantes de los empresarios se mostraron a favor de que el Gobierno apruebe una reforma laboral el 16 de junio haya o no acuerdo, tal como anunció hoy el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
Los asistentes aseguran que quieren "seguir negociando" y añaden que "agotarán" todo el tiempo disponible y que "no se levantarán de la mesa".
Advertencias de los políticos
Desde el ámbito político, el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, ha señalado que "el tiempo se ha acabado" y que es necesaria una reforma "completa".
Mientras, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida, ha anunciado que sólo apoyará una reforma si es "real" y acaba con la dualidad de los contratos. Durán también ha solicitado que se modifique el subsidio del paro. El dirigente catalán cree que las personas que cobran las ayudas al desempleo y rechazan una oferta de trabajo, deberían perder el subsidio, ya que mucha gente prefiere seguir cobrando el paro y, además, trabajar en la economía sumergida compitiendo "con los autónomos y las empresas que pagan impuestos".
El portavoz de ERC en la Cámara Baja, Joan Ridao, ha advertido que la reforma laboral no debe servir de "excusa" para un "nuevo recorte de los derechos de los trabajadores", lo que ha desmentido el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, al asegurar que "respetará derechos objetivos".