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Seis voluntarios comienzan un vuelo simulado a Marte de 520 días

  • Los componentes de este viaje al planeta rojo permanecerán aislados
  • Servirá para estudiar la compatibilidad psicológica
  • Una misión a Marte podría llevar unos 9 meses

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En Moscú, ha comenzado un viaje simulado a Marte

Seis voluntarios han arrancado este jueves un simulacro de vuelo a Marte que los mantendrá aislados del mundo durante 520 días y que servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los integrantes de una tripulación durante un vuelo interplanetario.

Serían 250 días para el viaje de ida, 30 días en la  superficie de Marte, y otros 240 días para el viaje de retorno.

"Comenzad el experimento", ha ordenado Ígor Ushakov, director del Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia, en cuyo recinto se encuentra el simulador de nave espacial.

Sus palabras fueron contestadas con un entusiasta "a la orden" pronunciado por el comandante de los "viajeros interplanetarios", el ruso Alexéi Sítev, tras lo cual los seis voluntarios entraron en el simulador y fueron cerradas las escotillas.

Tres rusos, Alexéi Sítev, Sujrob Kamólov y Alexandr Smolenski, el ítalo-colombiano Diego Urbina, el francés Romain Charles, y el chino Wang Yue, compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador.

Unas instalaciones que  pretenden simular las condiciones de vida a bordo de una nave viajando  entre ambos planetas, de un aterrizador, y de la propia superficie  marciana.

El módulo de vivienda incluye una cocina con mesa-comedor y unas minúsculas habitaciones forradas de madera de tres por dos metros para los tripulantes con cama, mesa y armario, retrete y una ducha, que sólo podrán usar una vez cada diez días.

Saldrán a un simulador de la superficie marciana con escafandras

En la fase "marciana" del experimento, se empleará un simulador de la superficie del planeta rojo, de 1.200 metros cúbicos, al que saldrán con sus escafandras los participantes en el experimento.

Interior de las   instalaciones  donde permanecerán aisladosInterior de las   instalaciones  donde permanecerán aislados

Los voluntarios podrán abandonar el experimento cuando lo deseen sin tener que dar explicaciones, aunque se da por hecho que ninguno dejará el proyecto salvo por enfermedad o una crisis psicológica.

"No dispondrán de internet, ni podrán ponerse en contacto con sus familias, y afrontarán los mismos desafíos que los astronautas, con la excepción de la ingravidez", ha advertido el ruso Borís Morukov, director del proyecto.

En sus comunicaciones por radio con el "centro de control de vuelos", los voluntarios emplearán el nombre en clave "Kepler", en honor al gran astrónomo alemán Johannes Kepler.

El nombre en clave de la "expedición marciana" fue elegido en un concurso público, cuyo ganador, el ruso Yuri Vasin, podrá visitar el simulador y comunicarse por radio con sus ocupantes, cada uno de los cuales percibirá la suma de 3 millones de rublos, unos 100.000 dólares por participar en el experimento.