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Naoto Kan, un político temperamental y veterano al frente de Japón

  • Kan, de 63 años, es conocido por su temperamento irascible
  • Compaginaba los cargos de viceprimer ministro y ministro de Finanzas

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Naoto Kan, se convirtió en primer ministro de Japón en junio de 2010.
Naoto Kan, se convirtió en primer ministro de Japón en junio de 2010.

Naoto Kan, nuevo primer ministro de Japón, es uno de los fundadores del Partido Democrático (PD), un político temperamental y con experiencia que se ve encumbrado al frente del Gobierno de forma inesperada por la caída de Yukio Hatoyama.

Conocido por su temperamento irascible y su carácter decidido, Kan, de 63 años, compaginaba hasta ahora los cargos de viceprimer ministro y ministro de Finanzas, y es uno de los pesos pesados de su partido,  por el que fue candidato a primer ministro en 2003, aunque lo derrotó Junichiro Koizumi.

Pocos dudaban de que sus compañeros de formación en el PD y posteriormente la Dieta nombrarían este viernes a Kan como segundo jefe del partido de Gobierno en menos de un año, pero el primero desde 1994 que no pertenece a una famosa dinastía política.

La caída de Hatoyama como primer ministro y de Ichiro Ozawa como secretario general del PD lo posicionaron en seguida como sucesor al frente del timón del Gobierno japonés, apoyado por la gran mayoría de hombres fuertes de su partido y ante la falta de candidatos alternativos.

De la mano de Hatoyama se convirtió en su número dos en septiembre de 2009 tras la histórica victoria del PD que puso fin a más de medio siglo de hegemonía del conservador Partido Liberal Demócrata (PLD) que lideró Koizumi.

Hijo de empresario, no pertenece a una dinastía política

Kan es hijo de un empresario de la provincia de Yamaguchi, en el suroeste del país, y es uno de los pocos políticos influyentes de Japón que no ha hecho carrera política aupado por un linaje con raigambre en el poder, como fueron los casos de Koizumi y Hatoyama.

Al igual que el ahora desacreditado Hatoyama, Kan se opone al Estado burocratizado herencia del PLD y es favorable a realizar una reforma fiscal que ponga freno al déficit presupuestario y la deuda pública de la segunda economía mundial.

Cuando sustituyó a Hirohisa Fujii al frente de la cartera de Finanzas en enero muchos le criticaron su falta de experiencia en los asuntos económicos, algo que ha suplido manteniendo una postura constante a favor de sanear las cuentas como objetivo primordial.

Kan se muestra favorable a un yen más débil frente al dólar, así como al aumento del impuesto sobre el consumo por encima del 5%  para mejorar la salud fiscal del país.

Asimismo, se ha opuesto al despliegue de tropas japonesas en Irak, mientras que aboga por un mayor papel de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón en misiones humanitarias.

Una vuelta de turca a la política de Hatoyama

Su llegada al poder en Japón puede suponer un cambio esencial en algunas de las políticas que apoyaba Hatoyama, como dar marcha atrás a la privatización del servicio de correos (Japan Post), la mayor caja de ahorros del país.

Este asunto podría ponerle en contra de Shizuka Kamei, ministro de Asuntos Financieros, encargado de poner freno al plan de privatización postal iniciado por Junichiro Koizumi y miembro de la coalición de Gobierno, que ya ha perdido a los socialdemócratas.

Los inicios en política de Kan están muy ligados a los movimientos civiles, especialmente en asuntos relacionados con el medio ambiente, gracias a lo cual consiguió su primer asiento en la Cámara Baja en 1980 como miembro de un extinguido partido de ideas socialistas.

Kan se dio a conocer en 1996 cuando era ministro de Sanidad y expuso a la luz pública un escándalo sobre los fallos del Gobierno para prevenir el contagio del virus VIH en transfusiones de sangre. Casado y con dos hijos, Kan es aficionado al submarinismo y al juego del "go", ha escrito un libro titulado "Dai-jin (ministro)" y ha peregrinado a la ruta de templos budistas de Shikoku, lo que le valió el sobrenombre de Señor Ohenro.

Naoto Kan, elegido este viernes líder de su partido, ya fue presidente del PD en 1998, recién creada esa formación, pero se vio obligado a dimitir por una relación extramarital con una presentadora de televisión, aunque volvió a ponerse al frente del partido en 2003.

En 2004, sin embargo, se vio obligado a dimitir de nuevo como líder del PD por un escándalo en el impago de sus aportaciones al sistema de pensiones aunque, como político, no se ha visto envuelto en escándalos de financiación ilegal como Ichiro Ozawa.