El FMI urge a la Eurozona a que complete su proyecto de unión monetaria
- Asegura que la política fiscal "insostenible" de algunos países amenazó el euro
- Advierte ante la "gobernanza deficiente" en la Zona del euro
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha avisado este lunes de que el proyecto de Unión Monetaria Europea se ha visto amenazado por políticas fiscales "insostenibles" de algunos países, y ha animado a la Eurozona a abordar las reformas necesarias para "reforzar" y "completar" ese proyecto.
En un comunicado, el FMI considera que se necesitan tomar medidas "de manera inmediata" y cita entre ellas la reducción del déficit fiscal y la reforma del mercado laboral de algunos países, a los que no cita.
El organismo internacional recomienda a los miembros del euro que comience a debatir una revisión de los tratados de la Unión Europea que reafirme a la Zona euro en asuntos de política presupuestaria.
"Los gobernantes deben adoptar medidas decididas para completar el proyecto de unión monetaria", ha indicado el FMI en un documento remitido este lunes a los ministros del Eurogrupo reunidos en Luxemburgo y publicado al mismo tiempo en Washington.
Gobernanza "deficiente" en la Zona euro
Según diagnostica el FMI, "la actual crisis de la Zona euro es el resultado de políticas presupuestarias inviables en algunos países, de retrasos en la reparación del sistema financiero, de avances insuficentes para restablecer la disciplina y la flexibilidad necesarias para el funcionamiento sin anacronismos de la unión monetaria, y de una gobernanza deficiente en la Zona" del euro.
"El marco presupuestario de la Eurozona debe reforzarse considerablemente para lograr la responsabilidad fiscal colectiva exigida para que una unión monetaria funcione correctamente", ha sentenciado.
Un centro que decida
A juicio de este organismo, "el ideal" sería trasladar hacia el centro de decisiónes -es decir, el Eurogrupo- la capacidad de adoptar objetivos de déficit que comprometan a los Estados, que tengan como base un juicio económico sano sobre la posición y la viabilidad de la deuda de cada país, así como las necesidades de toda la Zona".
Sin embargo, el FMI reconoce la dificultad de ese objetivo, ya que "una reforma así exigiría lograr un consenso a favor de la modificación de los tratados (de la Unión Europea), lo que requerirá tiempo", admite.
Además, el FMI critica las lagunas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que "no ha animado a los Estados miembros a aprovechar la ocasión, en las épocas de bonanza, para conseguir reservas suficientes y rebajar la deuda a niveles prudentes".
Reformas estructurales por países
En cuanto a las recomendaciones a cada país miembro, el FMI les insta a embarcarse en un proceso que les permita recuperar la sostenibilidad fiscal, con mayor o menor rapidez en función de lo que permitan sus condiciones económicas y la presión que ejerzan los mercados en cada país.
Además, los gobiernos necesitan embarcarse en las reformas estructurales necesarias para reactivar el crecimiento y acelerar la reestructuración del sector financiero, según el comunicado del Fondo.
Reconoce que el crecimiento de la región ya se esperaba que fuera débil antes de que explotara la crisis de la deuda, y ahora el riesgo de contracción es mayor debido a los problemas financieros y fiscales.
"El retraso en abordar la consolidación fiscal puede deteriorar aun más la confianza de los mercados en la sostenibilidad fiscal de algunos estados miembros, disparar aun más su prima de riesgo, y una depreciación aún mayor del euro", avisa el FMI.
Para este organismo internacional, es "inevitable" que se aborden medidas para reactivar el crecimiento "anémico" de la Eurozona, algo esencial para "fortalecer la cohesión de la Zona". Entre las iniciativas clave destaca la reforma del mercado laboral para hacerlo más eficaz, "eliminando las políticas públicas que desincentivan trabajar y aumentando la flexibilización de los salarios".
Otras reformas deben ir encaminadas a liberalizar determinados sectores, eliminar las restricciones a la inversión y la propiedad de extranjeros, y la eliminación de algunas "distorsiones" en el sector bancario con la privatización de los bancos.