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¿Se acaba el amor entre Sarkozy y Merkel?

  • Sarkozy y Merkel difieren en cómo afrontar la gobernanza económica europea
  • Van Rompuy podría ser el mediador para arreglar las diferencias

Ver más: Especial de la Presidencia española de la UE 

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Sarkozy durante una rueda de prensa con Merkel
Sarkozy durante una rueda de prensa con Merkel

Europa está nerviosa, y no es para menos. La moneda única cae con fuerza frente al dólar y empieza a cambiarse en mínimos del año 2004 por la especulación bursátil. Unos movimientos del mercado motivados por la incertidumbre económica que reina entre los 27.

Primero fue Grecia. Ahora Hungría salta a la palestra para denunciar que sus cuentas no cuadran, mientras que España y Portugal ven día tras día cómo los 27 les van 'aconsejando' las medidas que deben adoptar para evitar que la unión política y monetaria no se convierta en un mal sueño de verano.

Estos países tienen la situación más complicada, pero el resto no se salva. En total 13 Estados tienen abierto un procedimiento por déficit excesivo, por lo que ahora la carrera por volver a cuadrar los números del Estado y evitar que la situación se repita ha comenzado.

Sarkozy y Merkel preparan la cita

Sobre el presente se trabaja día a día, pero sobre el futuro hay pocas ocasiones -sólo cuando se reúnen los Jefes de Estado y de Gobierno- y por tanto deben ser aprovechadas. De ahí que Herman Van Rompuy quiera emplear el Consejo Europeo de la próxima semana para avanzar en la llamada gobernanza económica que regirá los designios europeos en la próxima década.

La cuestión está en cómo hacerlo. Para ello necesita que se sumen a sus tesis Francia y Alemania. El eje que todo lo mueve en la Europa de los 27 y que tantas alegrías ha dado al conjunto en los últimos meses. De hecho, gracias a ellos hay un plan de rescate para Grecia, y otro para futuros Estados que puedan quebrar.

Un encuentro que iban a preparar este lunes en Berlín la canciller Angela Mekerl, y el presidente francés Nicolás Sarkozy pero que fue aplazado por cuestiones de agenda.  Versión oficial, pues coincidía con la fecha en la que Merkel anunciaba las medidas de ahorro para su país.

Pero esto ha hecho saltar todas las alarmas, ya que hay otros motivos que ponen en peligro la 'relación de amor' -o de necesidad- francoalemana, que se ve tambaleada pro la forma en la que debe afrontarse la gobernanza económica que tantos quebraderos de cabeza trae a los 27.

Alemania, cansada

Merkel -y es algo público- está enfadada porque siempre termina siendo el paganini de Europa, máxime ahora que los alemanes tienen que apretarse el bolsillo y es difícil justificar que hay que salvar a otro país cuando en el tuyo las cosas están mal.

Por eso reclama insistentemente un sistema de sanciones para aquellos que no sean capaces de cumplir con el Pacto de Estabilidad y que afecte a los 27 Estados miembros, no sólo a los de la zona euro.  

Sarkozy no ve tan claro -aunque lo ha aceptado- el hecho de que   haya que imponer multas. En primer lugar porque no le benefica, en segundo porque es difícil de cuadrar con los tratados europeos. Por eso es más partidario de una nueva disciplina fiscal que esté coordinada por Bruselas bajo la atenta mirada de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona.

Primera diferencia notable. Sobre todo si saliera adelante la propuesta francesa, ya que eso supondría que Alemania seguiría pagando facturas que no le corresponden. Por ello quiere proponer -según informa el Financial Times- un mecanismo que permita llevar a cualquier país europeo a la quiebra de una forma ordenada bajo la tutela europea.

¿Sarkozy con los países del Mediterráneo?

Aunque según algunos medios franceses como 'Liberation' señalan que en realidad Merkel está dolida por un cambio de actitud de Sarkozy hacia ella. Al parecer acusa al presidente francés de haberse aliado con España, Portugal e Italia para que se aplique una política económica de bajo nivel, que lleve a actuar permanentemente al Banco Central Europeo.

Diferencias notables en la forma de entender el futuro económico de Europa que no se pueden hacer visibles de cara a la opinión pública, por lo que Merkel y Sarkozy optaban este lunes por darse una semana más para consultar con la almohada qué hacer con la relación.

¿Cerrar los ojos y seguir adelante con un acuerdo económico? ¿Dejarlo y permitir que los 27 decidan qué hacer en el futuro? ¿Ponerse en manos de un 'consejero matrimonial' que bien podría ser el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy? Muchas incógnitas que se desvelarán antes del día 17 cuando arranque el Consejo Europeo.

Seguro que para entonces Merkel y Sarkozy llegan unidos a Bruselas para guiar a sus colegas en el futuro económico que debe abordar Europa.