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El Gobierno busca apoyo para la reforma laboral y Zapatero confía en el respaldo parlamentario

  • El Ejecutivo aprobará por decreto la reforma laboral el 16 de junio
  • Salgado lamenta la falta de consenso pero insiste en que es "necesaria"

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La reunión del Gobierno con Patronal y Sindicatos concluye sin acuerdo

El Gobierno "intensificará" el diálogo con las fuerzas políticas para recabar el apoyo a su proyecto de reforma laboral, que aprobará el Ejecutivo el 16 de junio tras el nuevo fracaso de los agentes sociales para pactar esta reforma, ha afirmado la vicepresidenta económica, Elena Salgado.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confía en que la reforma laboral "tendrá un amplio respaldo en el Parlamento" y ha subrayado que supondrá "cambios sustanciales en nuestro mercado laboral".

Zapatero ha apuntado que la reforma laboral servirá "para crear más empleo estable y para crear más empleo" y ha explilcado que en situaciones de crisis la tasa de paro española duplica la de la UE por lo que la reforma no ha esperado, como dicen algunos, "dos años sino quizás dos décadas" porque el mercado de trabajo ha tenido "pocas variaciones en los últimos 25 años".

El jefe del Ejecutivo ha indicado, a la salida de una reunión en Roma con Silvio Berlusconi, que el nuevo marco laboral pretende "reducir la temporalidad, mejorar la flexibilidad interna de las empresas con efecto en las jornadas y las condiciones de trabajo, además de cambiar la regulación salarial y de los convenios".

Contactos con los grupos

Salgado, en los pasillos del Congreso, ha explicado que las conversaciones que el Ejecutivo está manteniendo ya con los grupos políticos para asegurarse su respaldo a los cambios que quiere introducir en el mercado de trabajo, se incrementarán en las próximas semanas.

La reunión entre Trabajo, la patronal y los sindicatos ha finalizado sin acuerdo, a primera hora de esta mañana, once horas después de su inicio, debido según fuentes sindicales a la postura maximalista de la patronal y, en opinión de los empresarios, a la negativa de las organizaciones de los trabajadores a abordar una reforma profunda.

La ampliación de las causas para considerar procedente un despido y los costes de las indemnizaciones han sido las dos principales cuestiones que han hecho imposible el consenso.

Una reforma "necesaria"

Salgado ha lamentado que no haya sido posible llegar esta noche a un consenso para llevar a cabo la reforma laboral, pero el Ejecutivo, ha señalado, tiene la "determinación" de ponerla en marcha porque la cree "necesaria".

El Ejecutivo mantendrá mañana con los agentes sociales reuniones por separado -así lo ha pedido la patronal- en las que les entregará un nuevo documento con las líneas generales de lo que contendrá el decreto.

El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha explicado en Onda Cero que los escollos principales han estado en la contratación y los despidos, y lamenta que los sindicatos "no quieran ver la realidad" de que es necesaria una reforma "profunda" como están "clamando" todas las instituciones internacionales.

En el lado contrario, el secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, apunta que en este momento final de la negociación la patronal ha querido aprovechar la coyuntura de crisis para conseguir "sus antiguas aspiraciones".

Para Lezcano, el principal escollo es el de las causas y los procedimientos para el despido procedente por razones objetivas (económicas, tecnológicas, organizativas y productivas), porque la pretensión empresarial es "abrir el abanico" de las causas objetivas, pero también aligerar los procedimientos para que haya "una menor tutela judicial".

Rajoy quiere hablar con Zapatero

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha expresado su disposición a hablar con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la reforma laboral y lamenta que el Ejecutivo socialista esté dando prioridad a otras fuerzas políticas más minoritarias como CiU, ERC o Coalición Canaria.

"Al PP si se le llama estará dispuesto a pactar y hablar y lamenta que se le de prioridad a otras fuerzas políticas porque a la fin y a la postre representamos a más de diez millones de españoles. Pero estas cosas, como habitualmente hace el presidente del Gobierno, sin hablar se resuelven mal" ha avisado.

Desde CiU, su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió de que el decreto no puede tener "cualquier contenido" y debe dar "respuesta a las expectativas", y dejó claro que todavía no han decidido si lo apoyarán o lo rechazarán.

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, atribuyó el fracaso del diálogo social a "la codicia" de la patronal y a "la pasividad" del Gobierno e insinuó que ambos preparan una contrarreforma en contra de quienes "más sufren esta crisis", es decir, los trabajadores.

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, dice que "es una pena" que el diálogo social haya fracasado y pidió al Gobierno que "ponga ya en circulación su propuesta, que todavía no conocemos, para que los grupos parlamentarios podamos pronunciarnos y fijar también nuestra posición".