El TPIY condena a cadena perpetua a dos ex militares serbios por la matanza de Srebrenica
- Otros cinco también han sido condenados por el alto tribunal
- Acusados de organizar la matanza de 7.000 musulmanes en Bosnia
- Se cumplen ahora 15 años de aquel terrible suceso
El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) ha condenado a penas de entre cinco años de prisión y cadena perpetua a siete altos cargos de la Policía y el Ejército serbobosnio por su papel en el genocidio de Srebrenica, en 1995.
La pena máxima ha recaído sobre el ex coronel Ljubisa Beara, mano derecha del que fuera líder del Ejercito serbobosnio, Ratko Mladic, y el teniente coronel Vujadin Popovic, mientras que las condenas de los otros cuatro inculpados oscilaron entre 5 años para el ex general Milan Gvero y 35 para el ex teniente Drago Nicolic.
"El único castigo apropiado es la cadena perpetua. Por lo tanto, les condeno a cadena perpetua", ha sentenciado el presidente de la Cámara, el juez Carmel Agius, dirigiéndose a Popovic y Beara.
Cinco de los acusados, cuatro ex militares y ex oficial de policía han sido condenados a penas de 5 años a 35 años de prisión por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
La peor masacre desde la IIGM
Los ex oficiales Vinko Pandurevic, de 50 años, Ljubomir Borovcanin, de 50 años, Drago Nikolic, de 52 años, Vujadin Popovic y Ljubisa Beara, acusados de haber planeado y organizado la ejecución de más de 7.000 hombres y niños musulmanes, se habían declarado no culpables.
El General Gvero, de 72 años, y Radivoje Miletic, de 62 años, acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, también se había declarado inocente.
Durante el juicio, que se inició 14 de julio 2006 y ha sido el más grande organizado por el TPI, 315 personas acudieron a testificar.
Más de 7.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados en el enclave de Srebrenica (este de Bosnia) en julio de 1995 por las tropas serbobosnias unos meses antes del final de la guerra de Bosnia (1992-1995).
Esta masacre, la peor en Europa desde la Segunda Guerra Mundial ha sido calificado de genocidio por el TPIY y la Corte Internacional de Justicia (CIJ).