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Sónarkids crea afición entre los más jóvenes

  • Los más peques, primero: toda una aventura para aprender y disfrutar con la música, el ritmo, el baile, el diseño más actual y las aficiones más jóvenes, como el skateboard o los videojuegos
  • El festival propuso una buena oferta de actividades para los chavales
  • El ambiente frente al escenario se fue animando a medida que avanzaba el festival
  • Lo mejor: Markooz y su taller de Beatbox

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Como auténticos Dj's
Como auténticos Dj's

El Sónarkids sigue creciendo. Como el público al que se dirige, la versión infantil del Festival de Música Avanzada, que arrancó el pasado año y acaba de celebrar su segunda edición, sigue aprendiendo de la experiencia, mejorando su oferta musical y las actividades y talleres relacionados con el mundo 'sónar'.

Creando música como los grandes

Lo que los chicos más asocian con Sónar es poder convertirse en un auténtico Dj, vivir la experiencia de crear auténtica música electrónica, usando la misma tecnología que sus ídolos. Y en Sónarkids lo pueden convertir en realidad en el taller de DJ, lleno de mesas de mezclas, altavoces, ordenadores y platos no ya para vinilos, sino también aquellos preparados con los más novedosos instrumentos electrónicos.

Las exhibiciones de skateboard dejaron boquiabiertos a los chavales, acostumbrados a practicar los saltos en los alrededores del MACBA, donde se celebra el Sónarkids. Los más expertos adiestraban con sus habilidades a los más pequeños, que disfrutaban saltando en las rampas preparadas al efecto y aprendiendo los trucos más difíciles.

Los más pequeños disfrutaron de lo lindo con las maquetas preparadas para jugar con los Fingerskates. Un juego idéntico al skateboard, pero para los dedos. Es el último grito en los patios de los colegios, y despierta la afición tanto de ellos como de ellas.

Las niñas pudieron aprovechar la ayuda del 'profesor' Josep Abril para confeccionar ellas mismas un vestido rojo que se llevaban puesto. Los amantes del diseño y fans de Jordi Labanda decoraban un muro con los típicos personajes del conocido diseñador. Los más prácticos decoraban unas bolsas de tela con vinilos de colores o construían sus refugios con cajas de cartón.

El taller de Beatbox, con el maestro Markooz, fue lo mejor del programa. El músico, especialista en crear ritmos y sonidos con la voz, sin utilizar ayuda de ningún instrumento, consiguió un fantástico equilibrio en su puesta en escena, creando un ameno espectáculo, que podía despertar el interés de los adultos y el asombro de los peques, muchos de los cuales no dejaron pasar la oportunidad de subir al escenario para improvisar con su voz y descubrir que eran capaces de crear los sonidos más inesperados.

Markooz había inaugurado a media mañana el escenario principal con sus ritmos sorprendentes, realizados sin más ayuda que su propia voz. Le siguieron las clases de baile de Unity Commons. El público estuvo cada vez más motivado con ayuda del excéntrico Dj Jimi Tenor, para terminar con las brillantes coreografías de 'Brodas Bros'.

Grandes colas

En su segunda edición, la afluencia de público al festival ha sido enorme y las colas que se formaron para acceder al edificio de talleres y actividades originaron varias quejas entre los padres que, después de esperar más de dos horas, veían cómo sus hijos solo podían participar en una pequeña parte de las actividades propuestas, lo que generaba cierta frustración a los peques y a sus progenitores. Este es uno de los aspectos que podrán mejorar los convocantes de cara a la próxima edición: tendrán que estar preparados para responder con una mayor oferta y una mejor organización al enorme interés que Sónarkids ha despertado entre la muchachada barcelonesa.