Un funcionario de Meco mantuvo "relaciones impropias" en la celda con varias presas
- Gallizo ha informado de los incidentes en la Comisión de Interior del Congreso
- El funcionario abrió una celda y hay "alta posibilidad" de que mantuviera relaciones
- Otro funcionario expedientado abandonó su puesto para ir a comprar alcohol
Uno de los dos funcionarios de la prisión de Madrid I -antigua Alcalá-Meco- expedientados por varios incidentes ocurridos en la cárcel de mujeres, mantuvo presuntamente relaciones "impropias" en el interior de una celda con varias internas del centro penitenciario en la noche del 4 al 5 de abril pasados.
Así lo ha explicado la secretaria general de instituciones penitenciarias, Mercedes Gallizo, en una comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso en la que ha dado cuenta de la investigación abierta por su departamento.
Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 5 abril, cuando el funcionario de servicio en el módulo B 3 de la prisión de mujeres abrió las puertas de dos celdas -la 3 y la 5- sin la presencia del Jefe de Servicios y sin causas justificadas.
A renglón seguido, este mismo funcionario despertó a las internas encargadas del economato de la cárcel para que abrieran la tienda "con el único objeto de satisfacer una apetencia personal ajena por completo al servicio".
El informe de Instituciones Penitenciarias concluye además que existe una "alta posibilidad" de que el trabajador expedientado mantuviera después "relaciones impropias" en la celda número 3 "con la concurrencia de personas distintas a la interna que ocupa esa celda".
El otro incidente se produjo en la mañana del pasado 31 de diciembre de 2009, cuando otro funcionario se ausentó de su puesto de trabajo y abandonó el centro penitenciario para comprar bebidas alcohólicas que más tarde compartió con algunas reclusas con las que mantenía una relación de "excesiva confianza". El trabajador permitió además que las internas accedieran a dependencias de la cárcel que le están vetadas, "conculcando las más elementales medidas de seguridad".
Unos días más tarde, el 6 de enero de 2010, este mismo funcionario faltó el respeto e injurió a otra funcionaria "de forma pública y notoria" y en presencia de las reclusas del módulo "socavando con su actitud su imagen y prestigio de sus compañeros del centro y de la Institución".
"Excesiva confianza"
Tras insistir en que lo sucedido en esta prisión madrileña no es extensible a la mayoría de los funcionarios de los centros penitenciarios, Gallizo ha relatado que, tras la denuncia de una funcionaria, se ha constatado que había "una relación de excesiva confianza" de un "grupo de presas" y un "pequeño número de funcionarios", algo que transgredía "los límites que deben regir" entre los funcionarios y los presos.
La responsable de prisiones ha destacado que se ha actuado ante estos hechos y, además del cese de tres responsables de Alcalá-Meco, se puso estos hechos en conocimiento de la Fiscalía de Madrid por si se podía haber cometido algún delito. Asimismo, Gallizo ha subrayado su "absoluto rechazo" a estas conductas, aunque ha insistido en que su departamento actuó en cuanto tuvo conocimiento de lo sucedido.
Mercedes Gallizo ha explicado que el director de Madrid I, que fue cesado por estos hechos, no dio cuenta de este incidente hasta pasados 20 días y sólo tras una petición expresa de una funcionaria. El responsable de la cárcel también esperó varios días para informar del incidente ocurrido en la madrugada del 5 de abril, una falta de "diligencia" por el que fue cesado el 19 de abril, días antes de que los hechos fueran conocidos a través de los medios de comunicación.
El PP denuncia falta de diligencia y dice que hay más casos
Por su parte, la diputada del PP Carmen Navarro ha cuestionado que el departamento de Gallizo hubiera actuado con la suficiente diligencia en estos hechos, al tiempo que ha afirmado que es "bueno" que se esclarezcan estos hechos. Además, ha denunciado que existen más denuncias de supuestos "intercambios sexuales", también con funcionarias.
El PP ha vuelto a defender la recuperación de la escala de mujeres de funcionarias de prisiones, reclamada por un colectivo de trabajadoras.
Una posibilidad rechazada por Mercedes Gallizo que ha mostrado su "sorpresa" porque se hayan relacionado los sucesos de Madrid I con la aplicación de la Ley de Igualdad, que elimina las escalas separadas de hombres y mujeres en la administración. ¿Tenemos que discutir a estas alturas de la civilización si los hombres y las mujeres pueden estar juntos sin que aquellos dejen de estar sujetos a instintos básicos", ha ironizado.
A su vez, Emilio Olavarria, del PNV, ha sostenido que, por los datos que tiene, lo ocurrido en la cárcel de Alcalá-Meco es más grave de lo planteado por Gallizo, a quien el parlamentario nacionalista ha pedido aclarar totalmente estos hechos.