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Los 27 analizan la coyuntura económica europea en la última reunión que preside España

  • Aunque no está en la agenda, Zapatero defenderá la solvencia de España
  • La cumbre debe aprobar la estrategia Europa 2020

Ver más: Especial de la Presidencia española de la UE

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Empieza en Bruselas el último Consejo Europeo de la presidencia española

Una vez más, y empieza a convertirse en clásico, la economía va a centrar el Consejo Europeo. Lo que se va a intentar es enviar un mensaje de unidad a los mercados, y de avanzar en la verdadera unión económica europea.

Es decir, que se va a intentar dar los primeros pasos de la llamada 'gobernanza económica'. Habrá que ver en qué dirección se da, aunque la intención del eje francoalemán es que desde la Comisión Europea -y con la ayuda de los líderes europeos- se vigile la disciplina presupuestaria.

Europa 2020 en el punto de mira

Mano dura, por tanto, para aquellos que en el futuro -ya que ahora no tiene remedio- incumplan el Pacto de Estabilidad. Algo esencial para el presidente de la Comisión, Durao Barroso, quien cree que "los europeos quieren resultados" y no más discusiones sobre cómo debe aplicarse esta medida.

Habrá que ver la propuesta que se pone encima de la mesa, ya que tendrá que ir en consonancia con la futura estrategia 'Europa 2020' que este jueves debe quedar aprobada.

Es esa que debe llevarnos por la senda del crecimiento sostenible, inclusivo e inteligente en la próxima década. De ahí que el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, anime a sus colegas europeos a "adoptarla y empezar a concretarla".

Para ello deben fijar las metas que se van a marcar para reducir el abandono escolar y cómo debe disminuir el nivel de pobreza dentro del club comunitario -ya que en marzo no se consiguió acordar-.

¿España y Portugal?

Será el eje central de la reunión que van a mantener este jueves los Jefes de Estado y de Gobierno según se refleja en la carta que les ha enviado Van Rompuy.

En ella les recuerda que "no debemos perder de vista el largo plazo", aunque en los últimos meses se haya trabajado para "preservar la estabilidad del sistema financiero y la unidad monetaria y económica".

Aunque los rumores sobre la inestabilidad del sistema financiero de Portugal y España -sobre todo de la última- son insistentes, no está previsto que se aborde en esta reunión.

Preparar el G-20

Dice la Comisión que "no hay razones para abordar temas que ya se han tratado" en el Consejo de ministros de Economía y Finanzas. A ello hay que sumarle el que Van Rompuy quiere que el Consejo de Primavera se ajuste ya al orden del día -no como los anteriores donde Grecia y la situación del Euro obligaron a tomar medidas excepcionales-.

Será la última cumbre de Zapatero como presidente de turno de la Unión y esta deberá servir también para preparar la posición que la Unión Europea debe defender en la próxima cumbre del G-20 en Toronto a finales de mes.

Será un análisis que debe llevar a un cambio "exhaustivo y radical" del sistema financiero, en palabras del gobernador del Banco de Canadá Mark Carney. El objetivo es conseguir mejorar la resistencia de los bancos, elevar la garantía sobre los mercados financieros y reducir la interconexión entre instituciones y entre éstas y los mercados.

Tasa a la banca

Deben decidir si apoyan -y cómo- la manera adecuada para regular el sistema financiero para que no se repitan acontecimientos como los que estamos viviendo. Para ello se va a analizar un documento de los ministros de Economía con distintas alternativas.

Esto servirá de pie para una discusión de fondo sobre la necesidad de establecer un impuesto europeo a la banca, de manera que devuelvan el dinero público que se les ha prestado.

Algo que suscita división entre los 27, aunque nuevamente la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, llevan la voz cantante en este tema, abrazando la bandera del si.

Islandia, Estonia e Irán

Será un Consejo en el que el morbo va a estar servido. No sólo por el interés que puede tener una posible discusión de las medidas económicas adoptadas por España, si no también para comprobar si realmente Alemania y Francia tienen ideas tan distintas como algunos se han empeñado en hacer creer estos días.

Un menú completamente económico que se va a aderezar con un postre sobre nuevas sanciones a Irán por su programa nuclear, todo ello regado con el visto bueno que van a dar a que Estonia se incorpore al euro el 1 de enero, y la autorización para que la Comisión Europea inicie las conversaciones para la adhesión de Islandia.