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Cameron llega a Bruselas con la mano tendida, aunque poniendo líneas rojas

  • El Premier británico es conocido por sus posiciones antieuropeistas
  • Está convencido de que la UE debe crecer unida para avanzar

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CUMBRE DE LA UNIÓN EUROPEA EN BRUSELAS
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro británico, David Cameron, durante el Consejo europeo.

La llegada de David Cameron a su primer Consejo Europeo ha sido recibida con expectación en Bruselas. Conocido por sus posiciones poco europeístas, el Premier británico ha hecho gala de su mejor sonrisa y ha asegurado que trabajará con la Unión Europea, pero siempre defendiendo sus intereses nacionales.

Tanto él como el presidente de la Comisión, Durao Barroso, han coincidido durante un encuentro bilateral en que es necesario estrechar la cooperación económica en el marco de los 27 y ser más exigentes para evitar que ningún país incurra en déficit excesivo.

Defensa de sus intereses

A su juicio "no puede haber crecimiento si no hay disciplina fiscal", algo en lo que también ha insistido Barroso que ha vuelto a reiterar la necesidad de tomar medidas y no discutir sobre si es necesario crear nuevas instituciones. Unas palabras que para Cameron han sido "música para mis oídos".

Pese a esa unidad demostrada con Barroso, Reino Unido va a enfrentarse a los 27 a la hora de defender sus tesis en lo que se refiere a la gobernanza económica -que para ellos debe implicar a toda la Unión Europea y no sólo a la zona Euro- y también en la reforma del sistema financiero.

Cameron ha asegurado que "defenderá los intereses nacionales, como hacen el resto" aunque asegura que "está muy comprometido con Europa y eso podrá verse en esta Cumbre".

La coalición le frena

Suaviza su postura frente a lo demostrado durante la campaña electoral, en buena medida por la coalición de gobierno firmada con los Liberales, que tienen un marcado gen pro europeo.

Se da la circunstancia de que algunos de los Estados miembros teme que el ejecutivo conservador-liberal británico pueda enfrentarse a la Unión Europea para recuperar competencias que el Reino Unido considera que ha perdido frente a Bruselas, y podría empezar a endurecer su postura en algunos temas esenciales para el futuro.

En el último mes la coalición se ha esforzado en disipar esos rumores. Para ello el Primer Ministro ha hecho una mini gira por Europa para reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy y con la canciller Angela Merkel. Encuentros en los que ha sorprendido hablando en Francés y Alemán.

Este jueves lo va a hacer durante el Consejo con el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, en un diálogo político que estará centrado por la situación de la economía mundial.

Moderación en las primeras semanas

Intentos por agradar a los vecinos europeos. Aunque habrá que ver cuánto tiempo puede mantener el equilibrio la nueva coalición. Enespecial cuando sus posiciones en las negociaciones empiecen a intensificarse, especialmente en el Parlamento Europeo. Por ejemplo en el tema de la regulación financiera.

Cameron molestó el año pasado a algunos líderes de la Unión Europea al retirar a su grupo de la gran coalición europea de centro-derecha.

Para el director del Centro para la Reforma Europea, Charles Grant, "supone un alivio el que el nuevo gobierno no sea tan euroescéptico como parecía".

Las líneas rojas

A su juicio ahora mismo el Reino Unido no se está involucrando demasiado en algunos de los debates europeos. Por ejemplo "en las cuestiones económicas que se están debatiendo" mantiene una postura casi "marginal".

Considera que la reunión de este jueves puede demostrar cómo el Reino Unido va a defender sus intereses y la manera en la que empieza a hacer aportaciones al conjunto de la Unión Europea.

Sin embargo, el Premier británico ya ha dejado claras algunas líneas rojas que no piensa cruzar al señalar que "no somos miembros de la eurozona, ni vamos a serlo. Sin embargo, el éxito de la moneda única es vital para los intereses del Reino Unido".