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Holanda condena por primera vez en Europa a un grupo de piratas somalíes

  • Pasarán cinco años en la cárcel por tratar de capturar un barco antillano
  • El juez considera que la piratería es "un hecho punible"

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Los primeros piratas somalíes juzgados en Europa han sido condenado por un tribunal holandés a cinco años de cárcel por el ataque frustrado en 2009 contra un barco de bandera antillana en el Golfo de Adén, según han informado fuentes judiciales.

"La Corte condena a los acusados a una pena de prisión de cinco años", ha declarado el presidente del tribunal, Jan Willem Klein Wolterink, que ha subrayado que la piratería "es un hecho punible".

"Los acusados fuerpn hallados en alta mar en el proceso de secuestrar un barco", ha indicado el presidente al hacer lectura del veredicto. "Atacaron el Samanyolu. Es una suerte que ninguna persona resultase herida", ha añadido.

Al escuchar su condena uno de los piratas, Sayid Ala Garaar ha contestado: "Los Países Bajos no quieren a los musulmanes, nosotros los sabemos. Esto no es legal".

Cinco somalíes, de entre 25 y 45 años, estaban acusados de haber atacdo un barco turco con bandera de Las Antillas holandesas a bordo de una embarcación ligera con armas de fuego.

El ministerio fiscal había pedido siete años de prisión para los acusados, que durante el juicio mantuvieron que eran pescadores.

Más de un año en prisión

Los somalíes fueron detenidos por la marina danesa y remitidos a las autoridades holandesas en Bahrein, desde donde fueron trasladados a Holanda el 10 de febrero de 2009, fecha desde a cual están en prisión provisional.

En la primera sesión del juicio los cinco hombres declararon que eran incentes y que son pescadores que buscaban ayuda del barco  turco por tener una avería en el motor. Sin embargo, dos de ellos reconocieron que se lanzaron a alta mar para "secuestrar un barco".

Según el Consejo Marítimo Internacional en 2009 se produjeron 215 ataques de piratas somalíes de un total de 409 en todo el mundo.

Más de 100 piratas han sido ya juzgados en Kenia y seis fueron condenados a muerte el pasado 18 de mayo en Yemen por una tentativa de secuestro de un petrolero yemení que dejó dos muertos.