Lanzarote despide entre aplausos a Saramago

• Un avión de la Fuerza Aérea Portuguesa traslada sus restos a Lisboa
• Ha fallecido en Lanzarote acompañado de su mujer y traductora, Pilar del Río
• La capilla ardiente se instaló en Tias (Lanzarote) desde la tarde del viernes

Lanzarote despide a José Saramago

El féretro del escritor portugués José Saramago, que falleció el viernes en Lanzarote, vuela ya a bordo de un avión Hércules de la Fuerza Aérea Portuguesa que lo conduce hacia Lisboa, donde será incinerado.

A bordo de la nave, que ha despegado del aeropuerto de Lanzarote a las 10:25 hora local (una hora más en la península), viajan la ministra de  Cultura de Portugal, Gabriela Canavilhas; la viuda del escritor, la española Pilar del Río; el hijo y los hermanos de la viuda; el biógrafo de José Saramago, Fernando Gómez Aguilera; y  varios amigos personales de la familia.

Una hora antes, el ataúd con los restos del escritor ha salido de la biblioteca de la Fundación José Saramago en Lanzarote, donde desde la tarde del viernes quedó instalada la capilla ardiente. 

El ataúd ha abandonado la capilla ardiente a hombros de su viuda y otros familiares y amigos del premio Nobel portugués.

A la salida del féretro, unas cincuenta personas que esperaban en la puerta del edificio han aplaudido mientras los restos eran introducidos en el coche fúnebre.

A su llegada a Portugal está previsto que se instale una segunda capilla ardiente, de forma previa a la celebración de un un funeral de Estado, según ha informado RNE. Posteriormente el autor será incinerado.

Una parte de sus cenizas se depositarán en su pueblo natal, Azinhaga, en Portugal, y otra parte se enterrará junto a un olivo de su casa de Lanzarote, han informado fuentes familiares.

Cientos de personas en la capilla ardiente

Por la capilla ardiente que se instaló el viernes en Lanzarote han pasado cientos de ciudadanos anónimos para dar su último "adiós" al escritor, hijo adoptivo de una isla donde se han declarado tres días de luto oficial. 

La viuda del autor ha asegurado a los alcaldes que han acudido este sábado a la biblioteca de Tías que "ésta sí es la despedida definitiva de José Saramago de Lanzarote".

Con entereza y naturalidad, Pilar del Río ha agradecido la presencia de los asistentes y ha pedido a los medios de comunicación que no hicieran fotografías este sábado en el interior de la capilla ardiente, en la que quiso estar a solas con su esposo.

Nuestra compañera de TVE en Lanzarote, Eva Navarro, fue testigo de la lectura por parte de su viuda, Pilar del Rio, de un fragmento de El Evangelio según Jesucristo que habla sobre la muerte.

La cabeza de José Saramago ha descansado en su ataúd sobre un paño bordado con la frase,  "Estaremos extrañamente conectados a la bondad del mundo", que le envió un lector desde Argentina después de leer uno de sus libros.

Portugal llora la muerte del escritor

Reunido en un Consejo de Ministros extraordinario, el Ejecutivo del primer ministro José Sócrates declaró duelo nacional durante este sábado y el domingo para manifestar "el pesar" por la muerte del escritor.

La responsable de la cartera de Cultura también ha expresado sus condolencias a la familia del escritor, del que destacó su "libertad creativa, que no tenía que ver con afiliaciones políticas ni con gobiernos". Fue esa libertad, agregó Canavilhas, la que "otorgó a su literatura tanta riqueza".

Y en la aldea donde nació el escritor, Azinhaga, la corresponsal de TVE en Portugal, María Oña, ha informado de que las campanas de la iglesia repican cada hora y las banderas permanecen a media asta, casi todos los vecinos de este pequeño pueblo conocían a José Saramago que en los últimos años visitaba con mucha frecuencia el lugar que le vio nacer.

Saramago, que ha fallecido a los 87 años, estaba acompañado por su mujer y traductora, Pilar del Río. El escritor había pasado una noche tranquila. Tras desayunar con normalidad y haber mantenido una conversación con su esposa, comenzó a sentirse mal y al poco tiempo falleció, según han explicado a Efe fuentes familiares.

La Fundación que lleva su nombre ha explicado en un comunicado que el escritor "murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida".