BP planea reunir 50.000 millones de dólares para cubrir el coste del vertido
- Emitirá bonos por valor de 10.000 millones de dólares
- También quiere conseguir un préstamos de 20.000 millones de dólares
- Otros 20.000 provendrían de la venta de activos
La petrolera británica BP trabaja en un plan para recaudar 50.000 millones de dólares para cubrir los costes derivados del vertido de crudo en el Golfo de México, según publica este domingo "The Sunday Times".
De acuerdo con el periódico, la directiva de la compañía aprobó la semana pasada una estrategia de financiación, que podría empezar la semana próxima con una emisión de bonos por valor de 10.000 millones de dólares.
La empresa quiere reunir esos 50.000 millones de dólares -más del doble de la cantidad previamente anunciada- para asegurar que habrá capital suficiente para responder a las reclamaciones derivadas del derrame y para dar confianza a los mercados sobre su fortaleza financiera.
BP también quiere conseguir prestamos
Además de la oferta de bonos, BP está en conversaciones con entidades bancarias para conseguir préstamos por 20.000 millones de dólares, mientras que otros 20.000 millones provendrían de la venta de activos en los próximos dos años, afirma "The Sunday Times".
El presidente de la empresa, el sueco Carl-Henric Svanger, ha declinado confirmar la existencia del plan al periódico pero afirmó: "Necesitamos estar en una posición financiera extraordinariamente sólida".
BP quiere acelerar el proceso de ampliación de capital porque los préstamos empezarán a salirle más caros en el futuro, después de que tres agencias de calificación de riesgo le rebajaran su asignación crediticia.
Desde que la crisis por el vertido de crudo en el Golfo de México se desencadenó el pasado 20 de abril, con un accidente en su plataforma Deepwater Horizon en el que murieron 11 personas, el valor bursátil de BP ha caído un 45 por ciento, hasta 67.000 millones de libras (82.200 millones de euros).
"The Observer" publica que, en un esfuerzo por reducir gastos, la petrolera se plantea vender sus activos en el mar del Norte y otros en los que sólo tiene participación accionarial, con el objetivo de ahorrar unos 14.000 millones de dólares en los próximos seis meses.
Además, estudia desprenderse también del 1,4% que posee en Rosneft, la mayor petrolera de Rusia, que adquirió en el 2006 por 1.000 millones de dólares.