Irán ejecuta al jefe de un grupo armado suní condenado por 79 asesinatos
- Abdul Malik Rigi es el jefe del grupo Yundulah, opositor al régimen
- El grupo es autor de decenas de atentados con 154 víctimas mortales
Las autoridades iraníes han ejecutado este domingo a Abdul Malik Rigi, jefe del grupo armado suní de Yundulah (Ejército de Dios), opositor al régimen chií de Teherán.
Según la agencia publica iraní de Noticias IRNA, Rigi fue ahorcado en la madrugada iraní en la carcel de Evin, en Teherán, con una orden judicial de un tribunal revolucionario de Teherán, tras ser condenado por 79 asesinatos.
Rigi fue detenido el pasado mes de febrero cuando viajaba desde Dubai a Kirguizistán, en un avión de las líneas aéreas de esta república ex soviética que fue obligado a aterrizar cuando pasaba por el espacio aéreo iraní.
Según la agencia de noticias local Mehr, Rigi fue ejecutado ante la presencia de "un grupo de los familiares de víctimas de actos terroristas" atribuidas a su grupo en la provincia iraní de Sistan-Beluchistán, en el oeste del país.
Un tribunal revolucionario de Teherán sentenció a Rigi a la pena capital al considerarle un "Muharib", un término de la jurisprudencia islámica que quiere decir "el que está en guerra contra Alá y su profeta Mahoma".
Autor de numersos atentados
Nacido en 1979, Abdul Malik Rigi fundó el grupo Yundulah en 2002 y pasó a actuar en las zonas del este de Irán y en las fronteras con con Afganistán y Pakistán, zonas donde se realiza contrabando y tráfico de drogas y donde eran muy frecuentes los enfrentamientos armados.
Las autoridades iraníes acusaron a los servicios secretos de Occidente, especialmente de EEUU, de apoyar a Rigi en su lucha armada contra la República Islámica de Irán, alegaciones que fueron afirmadas por el mismo Rigi en unas confesiones televisadas poco después de su detención.
El grupo de Yundulá (soldados de Dios), también considerado como el "movimiento de resistencia popular de Irán por sus fundadores", es autor de numerosos atentados con bomba y secuestros con un saldo de 154 muertos y 320 heridos, según datos oficiales.
En su ataque más significativo, el grupo mató a 42 personas en un atentado con bomba el pasado año contra una reunión entre jefes tribales de Sistan-Beluchistan con altos mandos del cuerpo élite de los Guardianes de la Revolución Islámica.