Juan José Dolado: "Necesitamos una reforma laboral de mayor envergadura"
Juan José Dolado es catedrático de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, experto en el mercado laboral y uno de los promotores del grupo de los 100, en el que destacados economistas aportan sus propuestas de reforma sobre distintos aspectos del modelo ecónomico español.
P.- ¿Cree que la reforma laboral aprobada por el Gobierno es la que necesita España?
R.- No. La reforma laboral que se necesita es de mayor envergadura que las de los países de nuestro entorno porque la caída de la actividad ha sido superior en España que en el resto de Europa. Sólo Letonia o Suráfrica superan la tasa de paro de nuestro país. La situación es tan grave que no vale con una cura de paso debería ser un tratamiento drástico.
P.- ¿En qué punto se queda corta la reforma y qué aspectos deja sin abordar?
R.- Con el resto de los países desarrollados, nos diferencia la brecha que se produce en el coste del despido entre trabajadores fijos y temporales, que provoca baja productividad, alto abandono escolar y una baja tasa de emancipación de los hijos, que son los que sufren la temporalidad. Habría que abordar cambios en la negociación colectiva que está excesivamente centrada en sectores y compartimentada por provincias, lo que no permite a las empresas ajustarse con rapidez a las circunstancias.
P.- ¿Contribuirán a crear empleo los cambios en el mercado de trabajo?
R.- Los cambios van en la dirección adecuada para reducir la brecha en el coste del despido y que las empresas puedan desvincularse de convenios colectivos de ámbito superior, pero aún así son muy tímidos. Hay que tener en cuenta la complejidad del sistema de relaciones laborales que heredamos del franquismo, basada en trabajos de por vida y salarios muy bajos. Con la democracia, los sindicatos han intentado preservar los empleos fijos, aumentando los salarios y además todos los cambios que se proponen, ya se propusieron en el pasado y no funcionaron. En el año 84, estaba la perspectiva del ingreso en la UE y en 1997, la entrada en el euro, pero ahora no hay nada positivo en el horizonte y necesitamos una reforma profunda.
P.- ¿Considera que esta reforma facilitará la integración laboral de más jóvenes, mujeres o parados de larga duración?
R.- No. Si miramos al pasado tendrá un efecto marginal, ayudará pero no cambiará la situación drásticamente. Se necesita un cambio de dirección total, un giro de 180 grados cuando ahora es sólo de 10º. El mercado laboral español es bulímico, crea mucho empleo en periodos de expansión pero en tiempo de recesión vomita y muchos trabajadores acaban en el paro.
P.- ¿Qué enmiendas deberían introducir los grupos parlamentarios durante la tramitación del proyecto de ley?
R.- Habría que acabar con una sociedad de castas, en las que hay trabajadores muy protegidos y otros abocados a la temporalidad. Todo el mundo debería partir del mismo punto en su carrera profesional con un contrato único. Es decir, seguirían existiendo distintos tipos de contratos, como el de sustitución, pero el coste del despido debería ser único y creciente a lo largo de los años. Además siempre tendría que haber protección jurídica de los derechos de los trabajadores.