Los candidatos para la silla de Garzón
- La Audiencia ha designado una terna que propondrá al CGPJ
- Son Pablo Ruz, Carmen Lamela y Carmen Rodríguez Medel.
- ¿Qué les mueve? Protagonismo mediático, ascenso profesional...
- Si condenan a más de seis meses a Garzón, le quitarán la plaza
- Pero su sustituto temporal no podrá quedarse y la plaza irá a concurso
Desde que Garzón fue suspendido temporalmente, la gran pregunta ha sido quién le sustituye. Este lunes, la Audiencia Nacional ha dado a conocer la terna de candidatos que presentará al CGPJ para el nombramiento de un sustituto. Son Pablo Ruz, Carmen Lamela y Carmen Rodríguez Medel.
Han sido 14 los magistrados que han postulado a su puesto. Muchos, para un destino que es temporal, exclusivo y complicado. Lo normal en un caso así, dicen desde el Consejo del Poder Judicial, son unos siete u ocho candidatos.
A Pablo Ruz se le conoce porque ocupó durante una temporada el puesto que dejó el juez Del Olmo, el magistrado que investigó el 11-M. Se le recuerda por haber metido en la cárcel a José Antonio Roca por el caso "Saqueo" y por iniciar una investigación contra el etarra José Ignacio de Juana Chaos.
Ahora está en un juzgado de Collado Villalba, en Madrid. Dicen que es discreto y buen compañero pero "de perfil bajo". Gusta en el Consejo y gusta en el entorno de la presidencia de la Audiencia Nacional.
Pero si hablamos de antigüedad, la que gana es Carmen Lamela Díaz. También está en la línea de favoritos. Cuando eligieron al juez Eloy Velasco, la antigüedad fue la razón esgrimida una y otra vez por el Consejo del Poder Judicial.
De Carmen Rodríguez Medel, la Audiencia destaca su experiencia en temas internacionales y su conocimiento de idiomas, aunque en un primer momento no estaba entre los favoritos.
Hasta ahora los temas de Garzón los ha llevado el juez Santiago Pedraz. Las horas del día le han dado sólo para resolver las causas más urgentes, las que tienen presos, sin descuidar los asuntos de su juzgado.
Conocedor de la situación -de que dos juzgados son mucho trabajo para un juez- el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, convocó después de la salida de Garzón a los cinco jueces de instrucción para buscar entre todos una solución.
Andreu se presentó voluntario
Se propuso que uno de los jueces trabajara doble y cobrara por ello. El sistema era sencillo: por la mañana se ocuparía de sus casos y por la tarde, de los de Garzón. Era una buena solución para una situación temporal, hasta que hubiera juicio y absolución o condena para el juez Garzón.
A los jueces de instrucción les gustó la propuesta. El presidente de la Audiencia pidió voluntarios y se ofreció el juez Fernando Andreu, buen amigo de Garzón. Todos aceptaron y Juanes dio su visto bueno. Pero ocurrieron cosas o llamadas que quien les escribe, desconoce.
El caso es que cuando se reunió la sala de gobierno de la Audiencia Nacional para tratar el asunto de la sustitución de Garzón nadie habló de la solución intermedia que proponían los jueces de instrucción.
Ni hablaron ni trataron la posibilidad de que el juez Andreu se quedara temporalmente con el juzgado. Se acordó por unanimidad buscar a un sustituto en "comisión de servicios con renovación de funciones".
Y así se contó a los medios de comunicación. Pero se omitió lo que sabemos ahora: había un voluntario para encargarse del juzgado de Garzón. Algún día sabremos por qué se vetó.
¿Por qué despierta interés la plaza de Garzón?
Por dinero, no es. Hay jueces que reconocen en privado que otros compañeros les han llamado para preguntarles por la nómina.
Los jueces de la Audiencia Nacional tienen coche, escolta y un complemento de destino pero las guardias son una cada seis semanas y cada guardia son algo más de 200 euros. "No es rentable. En los juzgados de Plaza de Castilla, ganan más que nosotros. Ellos hacen más guardias al mes", explica un magistrado de la Audiencia Nacional.
En la sede judicial hay a diario unos 20 periodistas, cifra que puede superar la treintena en días de máxima tensión informativa. Este sí podría empezar a ser un motivo para mover a un juez de su juzgado.
Periodista significa protagonismo. Protagonismo es proyección y proyección es carrera. Seguro que más de uno ya se ha imaginado sentado en el sillón del juez Garzón. Y da morbo.
Imaginen: ser el sucesor temporal de Garzón, abrir sus cajones, ser el dueño de su despacho vacío, mandar a sus funcionarios, ver sus asuntos y tener garantizado desde el primer día -y sin mover un dedo- una imagen en el telediario.
Frente a estas razones frívolas los jueces que están -y no los que quieren ir- explican que quizá a los candidatos les mueva el interés de conocer la Audiencia Nacional por dentro y los entresijos de un juzgado como el de Garzón, preñado de historias que resolver.
Y cuentan que el trabajo te tiene que gustar y que "es más satisfactorio, personalmente, un caso de blanqueo o de terrorismo que un juicio de faltas o un caso de violencia de género".
Se incorporará en julio
El que venga lo hará, como pronto, a principios de julio entre que es nombrado y toma posesión. Y después se irá de vacaciones. Y se meterá en el juzgado seguramente ya en septiembre, y se encontrará con el caso Faisán, los coletazos de Batasuna o el más reciente caso Pretoria.
"Sólo en estudiarlo podría tardar una semana si lo hace día y noche", explica alguien que conoce el sumario. "Podrá hacer poco. Para llevar un juzgado, para tenerlo controlado, necesitas un año", cuenta otro.
Su puesto será temporal hasta que vuelva Garzón, si vuelve. Si le absuelven, regresará a su juzgado. Si le condenan a más de seis meses de inhabilitación, perderá su plaza.
Pero el sustituto no se quedará con ella porque habrá concurso. Aunque, como todo en la vida, la experiencia cuenta, trae amigos y como dicen los más viejos "lo que se siembra se recoge". El tiempo también nos dirá cuál es la cosecha.