El cardenal involucrado en un caso de corrupción inmobiliaria acepta colaborar con la Justicia
- El tribunal quiere que el cardenal Sepe declare esta misma semana
- Sobre Sepe pesa la sospecha de que se pudo embolsar 2,5 millones de euros
Los límites de colaboración con la Justicia serán los términos del concordato. Así se ha expresado el Vaticano ante el caso de corrupción inmobiliaria en el que se ve involucrado uno de los ex jerarcas de la Iglesia. El tribunal que investiga irregularidades en las grandes obras públicas quiere que el cardenal Crescenzio Sepe preste declaración esta misma semana.
Sepe tiene pasaporte diplomático y prodría rehusar el requerimiento. No obstante, ha adelantado su intención de colaborar con el fiscal para esclarecer su participación en varios casos de supuesta corrupción inmobiliaria. Sobre Sepe levita la sombra de la sospecha de que se pudo embolsar 2,5 millones de euros. El roce de la duda parece muy abrasivo.
Entre otros asuntos la Fiscalía busca aclarar la compra venta de un palacio de 960 metros cuadrados por algo más de 4 millones de euros cuando en el mercado se podía haber obtenido un 50% más.
El "casero" de Dios
La Propaganda de la Fe, también conocida como congregación para la evangelización de los pueblos, tiene un patrimonio superior a los 9.000 millones de euros. Una buena parte de sus ganancias se destinan a las misiones en Africa y Asia.
Benedicto XVI no debió ver muy claros los asuntos del cardenal. Es el único que sólo ha permanecido un mandato al frente de la congregación en los últimos 100 años. Precisamente, durante su homilía dominical el papa Ratzinger afirmó que el sacerdocio no puede nunca representar un modo para adquirir una seguridad en la vida, o el éxito personal.
Desde el caso del banquero de Dios, Paul Marcinkus, la jerarquía eclesiástica se mantenía alejada de la Justicia por turbios asuntos relacionados con las finanzas. Ahora, por los inmuebles que administraba, el cardenal Sepe se arriesga a pasar a la Historia como el casero de Dios.