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El romero reduce los compuestos cancerígenos de la carne cocinada a altas temperaturas

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Ciencia al Cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad.

Emisión en Radio 5: Lunes a viernes 10:07; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Son muchos estudios que han sugerido que las carnes cocinadas a altas temperaturas, es decir, a la brasa o muy quemadas, y también las ahumadas, están vinculadas con el desarrollo de cáncer.

Cuando son cocinadas de esta forma generan unas toxinas cancerígenas. Pero podría haber una solución para seguir disfrutando de estas preparaciones. El secreto podría estar en cocinarlas con romero.

Según nos cuenta el portal científico online RDI press, adobarlas con romero puede reducir hasta en un 90% estas toxinas. Y nos remite a un estudio publicado en `The Journal of Food Science`.

En él, un grupo de científicos experimentó con filetes de ternera marinados por ambas caras con romero y cocinados después a unos 200 grados centígrados.

Cuanta más elevada era la concentración de romero, mayor fue la reducción de las aminas heterocíclicas, que son los compuestos químicos que se han relacionado con el cáncer.

Los científicos achacan la protección del romero a unos antioxidantes

Los científicos achacan esta protección que confiere el romero a unos antioxidantes específicos presentes en la especia. Son el ácido rosmarínico, el ácido carnósico y el ácido carnosólico.

Otro estudio realizado hace dos años concluyó que una salsa caribeña que contenía estos mismos antioxidantes también protegía de los agentes cancerígenos de la carne asada.

A pesar de estos estudios los médicos recomiendan un consumo moderado de carnes rojas. Y no por nada relacionado con el cáncer sino con las enfermedades cardiovasculares, como infartos o embolias, por ejemplo.

Ha de comerse, claro que sí, es muy rica en hierro, pero con moderación. En una dieta saludable deben predominar las verduras, los cereales, las legumbres, la fruta y el pescado. De vez en cuando, sí, un buen chuletón nunca viene mal.

CIENCIA AL CUBO

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