El Congreso pide paralizar dos meses las obras del AVE bajo la Sagrada Familia
- El PSOE ha votado en contra de la paralización cautelar dos meses
- Consideran que hay un "grave riesgo" para el templo, la Casa Mil y otros edificios
- Piden que un comité de expertos haga un estudio y proponga soluciones
El PP ha logrado este martes en el Congreso apoyo suficiente para sacar adelante una iniciativa en la que se insta al Gobierno a suspender cautelarmente y "de inmediato" la construcción del túnel del AVE entre Sants y La Sagrera, en Barcelona, por el "grave riesgo" que suponen para la Sagrada Familia.
La moción es consecuencia de una interpelación del diputado del PP Jorge Fernández Díaz, quien, el pasado miércoles, pidió al ministro de Fomento, José Blanco, la paralización de dichas obras, que pasan a escasos cuatro metros de los cimientos de la obra proyectada por Antonio Gaudí.
Blanco ha argumentado que la paralización de las obras conlleva un alto coste económico y un grave retraso de la unión de España y Francia a través de la alta velocidad, y ha acusado al PP de promover esta iniciativa precisamente a unos meses de las elecciones en Cataluña, sin tener en cuenta los informes técnicos que descarta que haya peligro para la Sagrada Familia.
Fernández Díaz, que ha logrado el apoyo de todos los grupos de la Cámara a excepción del PSOE y de los dos diputados de IU-ICV, ha replicado que ante la existencia de un trazado alternativo que en su día contó con consenso y no tuvo ninguna alegación en contra, sería posible modificar el proyecto sin que tuviera repercusiones económicas importantes y sin dilatar la construcción de la línea.
Paralización cautelar dos meses
El PP ha aceptado una enmienda de CiU en la que se apela a la prudencia a la hora de adoptar una decisión y se concreta que la suspensión cautelar sea por un periodo de dos meses, para evitar retrasos en la construcción de la línea de alta velocidad, y que se garantice el impacto "real nulo" de las soluciones constructivas o de trazado sobre la Sagrada Familia, y sobre la seguridad de los ciudadanos y demás edificios afectados.
Fernández Díaz ha pedido a Blanco que respete las decisiones del Ayuntamiento de Barcelona y del Parlamento catalán, que se han pronunciado a favor de suspender las obras y de modificar el trazado, y que también se tengan en cuenta los numerosos informes técnicos que advierten de riesgos para el monumento de Gaudí.
Según el diputado popular, el trazado alternativo -por la calle Valencia-, que en su día logró consenso, sólo retrasaría las obras unos seis o siete meses y tendría un impacto económico de unos 10 ó 12 millones de euros sobre los alrededor de 400 que, según ha estimado, cuesta toda la obra.
"Rectificar es de sabios", le ha recomendado el diputado popular a Blanco, quien ha replicado que las obras del túnel del AVE están tuteladas por la Audiencia Nacional, que ha emitido seis informes técnicos que aseguran que no hay riesgo para la Sagrada Familia.
Ha recordado que el trazado que se está ejecutando fue diseñado y acordado en 2002, con el Gobierno del PP, y ha acusado a este partido de oponerse a él siempre antes de elecciones: en marzo de 2004 y ahora, a unos meses de las catalanas. "Sólo les mueve la pasión por los votos", ha acusado el ministro al PP.
Tampoco es cierto, según Blanco, que la modificación del trazado no tenga consecuencias económicas o temporales, puesto que retrasaría las obras unos 48 meses y dejaría sin efectos las obras que ya se han realizado. Lo que sí es verdad, ha añadido, es que la Sagrada Familia presenta riesgos por su sobrepeso, tal y como aseguran informes técnicos como uno de la Unesco.