Obama convoca al general McChrystal tras burlarse de altos cargos de su Gobierno
- Critica al embajador en Afganistán, a Biden y al enviado Holbrooke
- El general se ha disculpado públicamente por sus palabras a 'Rolling Stone'
El máximo comandante de EE.UU. en Afganistán, el general Stanley McChrystal, ha sido convocado este miércoles a Washington tras conocerse unas declaraciones realizadas a la revista Rolling Stone en las que se burla de altos funcionarios de la administración de Obama y del personal diplomático.
En ella, McChrystal dice sentirse traicionado por el embajador de Estados Unidos en Kabul, Karl Eikenberry, y un asesor suyo se burla del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y dice que su jefe está "decepcionado" con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
La Casa Blanca quiere que McChrystal explique personalmente sus palabras al presidente de Estados Unidos, que mantendrá un encuentro con él.
Explicaciones en el Pentágono
Según los medios americanos, Obama está "furioso" por las palabras del general y le ha ordenado acudir en persona y no por videoconferencia a la reunión mensual sobre Afganistán y Pakistán que se celebra este miércoles en Washington.
Allí, según fuentes oficiales, "tendrá que explicar al Pentágono y al comandante en jefe -Obama- sus declaraciones sobre sus colegas en el artículo".
Tanto el secretario de Defensa, Robert Gates, como el jefe del Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, han hablado ya con el general y le han expresado su "profunda decepción" por sus palabras.
McChrystal y sus principales asesores bajaron la guardia sobre sus palabras durante una serie de entrevistas y visitas de Michael Hastings, un escritor freelance de la revista Rollin Stone.
Por eso, la primera víctima de los hechos ha sido el jefe de prensa del general, Ducan Boothby, que suele viajar con él.
Disculpa del general
McChrystal ya ha tenido que comparecer en Kabul para decir que se arrepiente ahora de sus palabras y califica su actitud de "mal juicio" y falta de integridad.
"Fue un error que refleja mal juicio y nunca debería haber ocurrido. Durante toda mi carrera, he vivido principios de honor personal e integridad profesional. Lo que se refleja en este artículo está muy por debajo de esa norma", ha subrayado.
"Tengo un enorme respeto y admiración por el presidente Obama y su equipo de seguridad nacional así como por los líderes civiles y las tropas que luchan en esta guerra y yo mantengo mi compromiso de garantizar su éxito.", ha añadido.
La OTAN ve el artículo "desafortunado"
El artículo "El general fugitivo", surgido de varias semanas de entrevistas y viajes con el más estrecho círculo de colaboradores de McChrystal, se publicará este viernes, pero el general está tratando de minimizar los daños adelantando sus declaraciones.
"Ofrezco mi más sinceras disculpas por esta entrevista", ha afirmado.
Por su parte, la OTAN ha considerado "bastante desafortunado" el artículo, aunque ha reiterado su "plena confianza" en el militar estadounidense.
"El artículo de Rolling Stone es bastante desafortunado, pero es sólo un artículo", ha señalado el portavoz de la OTAN, James Appathurai, en un comunicado. "Estamos en medio de un conflicto muy real, y el secretario general tiene plena confianza en el general McChrystal y en su estrategia", ha añadido.
En la misma línea, el presidente afgano, Hamid Karzai, ha expresado su "total apoyo" a McChrystal, al que ha calificado como "el mejor jefe de las tropas americanas desde 2001".
Un lobo solitario en la administración Obama
El artículo muestra al general Stanley McChrystal como un lobo solitario ante muchas figuras importantes en el gobierno de Obama, que no tiene la capacidad de convencer -incluso a algunos de sus propios soldados- de que su estrategia puede ganar la guerra.
Además también cita a un grupo de colaboradores irreverentes de McChrystal que se burlan del vicepresidente Joe Biden y de Richard Holbrooke, el representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán..
Sus disculpas coinciden con la publicación de un informe del Congreso de EE.UU. que explica que militares norteamericanos han entregado decenas de millones de dólares a empresas de seguridad afganas que han estado canalizando el dinero para los "señores de la guerra".
Uno de los principales objetivos de este artículo es el embajador en Kabul, Karl Eikenberry. El sentimiento de McChrystal de haber sido traicionado por Eikenberry surge por las dudas del diplomático acerca de la estrategia en Afganistán y la fiabilidad del presidente Hamid Karzai en este proceso.
McChrystal atribuyó esto al interés personal de Eikenberry de proteger su reputación.
"Es uno de los que cuida sus flancos para la posteridad", dijo McChrystal a la revista. "Si fracasamos, ellos pueden decir: 'Se los dijimos'".
McChrystal también bromea en respuesta a una pregunta sobre el vicepresidente. "¿Está usted preguntando por el vicepresidente Biden?", pregunta McChrystal. "¿Quién es ese?"
Un asistente añade a continuación "¿Biden?, dijo Bite Me?" (muérdeme).
"¡Oh, no, otro email de Holbrooke!"
Otro de los ayudantes de McChrystal dice que el general estaba "decepcionado" tras su primera reunión en la Oficina Oval con un presidente Barack Obama que no estaba preparado. El artículo señala que aunque McChrystal votó por Obama, ambos tuvieron problemas para relacionarse desde el principio. Obama le puso un freno a McChrystal por hablar demasiado imperativamente sobre su deseo de tener más efectivos en Afganistán.
"Fue una foto de 10 minutos y Obama no sabía nada de él, ni siquiera quién, y tampoco parecía muy comprometido. El jefe estaba bastante decepcionado", explica el asesor.
"Esa época me parece dolorosa", dijo McChrystal en el artículo que se publicará el viernes. "Trataba de convencerlo de una postura imposible".
Otro ayudante se refiere al consejero de Seguridad Nacional, James Jones, como un payaso "atascado en 1985".
De un email del enviado especial de EE.UU. a Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, el general McChrystal dijo: "Oh no, otro email de Holbrooke. No quiero ni abrirlo."
Obama aceptó enviar a 30.000 efectivos estadounidenses adicionales a Afganistán sólo después de meses de análisis que muchos en el Ejército consideraron exasperantes. Además, este compromiso vino acompañado de otro para retirar las fuerzas para julio de 2011, lo que los estrategas contra la insurgencia que apoyan a McChrystal consideran un plazo arbitrario.