Puig se reunió con Millet en 2002 pero no hablaron de permutas ni recalificaciones
- Dice que en ningún momento el ex director del Palau planteó recalificaciones
- Puntualiza que le propuso operaciones urbanísticas para el tejido urbano
Ver también: Los casos del Palau, caja de Pandora en la precampaña catalana
El secretario general adjunto de CDC (Convergencia Democrática de Cataluña), Felip Puig, ha reconocido haberse reunido en el año 2002, cuando era consejero de Política Territorial y Obras Públicas, con el entonces presidente del Palau de la Música, Félix Millet, pero ha añadido que "en ningún momento" Millet planteó recalificaciones urbanísticas ni permutas de terrenos con la Generalitat.
Ha dicho que el encuentro fue un almuerzo de trabajo, en compañía de técnicos de la Generalitat y colaboradores de Millet en el Palau.
En declaraciones a TV3, Puig ha señalado que Millet le planteó "operaciones urbanísticas de esponjamiento del tejido urbano", como una gran plaza frente al Palau, pero que no hubo mayores concreciones.
Ha afirmado además que él pasó toda la información al director general de Urbanismo de la Generalitat para que estudiase la viabilidad del proyecto.
La comisión de investigación creada en el Parlamento de Cataluña analizará la supuesta financiación irregular de CDC (Convergencia Democrática de Cataluña, que conforma junto a Unió Democrática la federación CiU) desde el Palau de la Música a través de la Fundacion Ramon Trias Fargas.
Cree que hubo exceso de confianza hacia Millet
"Millet no habló de recalificaciones ni operaciones urbanísticas. No sé si cuando se me explicó la operación ya había formalizado el hotel, pero en ningún caso se habló de permutas", ha insistido Puig.
Ha indicado que entonces apreció que la transformación urbanística del barrio de Sant Pere que planteaba Millet era un tema donde había "mucho dinero" y era necesaria una "gestión urbanística adecuada".
Al preguntársele sobre cómo es posible que Millet haya sido capaz de desviar fondos del Palau sin que las instituciones se dieran cuenta, Puig lo ha atribuido a un "exceso de confianza" por parte de los gobernante y también porque era un "embaucador".
"La clase política debe entonar el mea culpa"
También considera que en 2003 "no se tuvo suficiente visión" al no hacer caso de las recomendaciones que hacía la Sindicatura de Cuentas, algo que atribuyó en parte al clima preelectoral de entonces.
Por todo ello, considera que toda la clase política debería entonar un 'mea culpa' y trabajar para que nunca más se repitan casos similares y ser más exigentes.
Según Felip Puig, la comisión de investigación parlamentaria prueba de que los políticos catalanes no han hecho un "buen uso de las instituciones", ya que su creación no ha sido oportuna.