G-8 y G-20 en Canadá: ¿la oportunidad económica del país o un despilafarro?
- Los gastos alcanazan casi los mil millones de euros
- El gobierno asegura que son necesarios
¿Es la gran oportunidad de Canadá para dar a conocer sus paisajes y promover los negocios o es un despilfarro para el país?. Éste es el debate que centra las tertulias políticas y ciudadanas estos días ante la celebración de las cumbres del G-8 y G-20 que se celebrarán en el país este fin de semana.
Los principales líderes mundiales estarán presentes y ello ha generado unos costes que rondan los mil millones de euros. ¿Justificables o no?. Para el gobierno, más que justificables, son necesarios. Pero para la oposición es un derroche.
¿Costes razonables?
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, asegura que los gastos son razonables y que darán sus frutos para el país ya que son una buena oportunidad para Canadá para darse a conocer. Pero los demás no lo tienen tan claro.
Prueba de ello son las cabeceras de muchos medios. "La cumbre de todos los miedos que pagan los impuestos", titula un artículo de uno de los principales diarios del país, el Canwest News Service.
"El G-20: el desperdicio de billones de dólares", titula Macleans.
Para otros como Bruce Schneier, experto en seguridad internacional, la seguridad que Canadá ha establecido para estos tres días en el país es, simplemente "ridícula". Y va más allá asegurando que "Fundamentalmente tenemos que preguntarnos que si cuesta tanto que se reúnan cara a cara, deberíamos plantearnos la videoconferencia".
Y la oposición también critica las que considera las "72 horas más caras en la historia canadiense". Por ello se ha encragado de llevar a cabo una campaña contras las cumbres a través de la radio en lo que ha llamado el "G8/G20: el reloj residuo".
En su opinión, el primer ministro habrá gastado casi un billón de dólares en "el mismo tiempo que ustedes friegan los platos, cortan el césped o hacen la cena".
El gasto es necesario
La comisión parlamentaria de la Oficina de Presupuestos ya ha anunciado que los costes totales no se harán públicos hasta que las cumbres no se hayan celebrado. Eso sí, ha asegurado que los costes de Canadá no son algo nuevo ya que las cumbres del pasado han sido similares. "Las cumbres siempre han costado cientos de millones de dólares", asegura la oficina a través de un comunicado.
El Ministro de Seguridad Pública también ha defendido los gastos ya que Canadá, ha dicho, "tiene la obligación de asegurarse de que los líderes mundiales están a salvo".
De momento, antes de conocerse las cifras finales de los costes, Canadá está fortificada. Se ha instalado una valla de tres metros de alto y más de 6 kilómetros de longitud en torno al Centro de Convenciones y algunos hoteles donde se alojan las delegaciones.
La policía ha recibido poderes extraordinarios incluyendo la obligación de toda persona que se acerque a la valla a identificarse e indicar la razón de su presencia.