Las víctimas del terrorismo recibirán del Estado hasta 500.000 euros por fallecimiento
- La indemnización mínima que deberá fijar el juez será de 250.000 euros
- Si el terrorista es insolvente, el Estado asumirá hasta medio millón de euros
- La futura Ley Integral de Víctimas del Terrorismo podría registrarse este lunes
- Cuenta con el apoyo de todos los grupos con representación parlamentaria
La futura Ley Integral de Víctimas del Terrorismo, pactada por todos los grupos parlamentarios, recoge entre otras novedades el reconocimiento de la figura del amenazado, el acceso preferente al empleo público y a la vivienda y una nueva tabla de indemnizaciones con efectos retroactivos hasta 1960, que fija en 500.000 euros el tope máximo de la indemnización por fallecimiento que asumirá el Estado si el terrorista no paga.
La proposición de ley, que previsiblemente se registrará el próximo lunes con la firma de todos los grupos, aúna en un único texto toda la normativa dispersa en materia de reconocimiento y apoyo a las víctimas del terrorismo.
Establece un baremo fijo para las indemnizaciones para el fallecimiento -250.000 euros como mínimo-, gran invalidez -500.000 como mínimo- e incapacidad permanente absoluta -180.000 como mínimo-, a los que se sumarán coeficientes correctores en función de las cargas familiares de la persona afectada. Todas las indemnizaciones estarán exentas del pago de impuesto sobre la renta y de cualquier otro tributo personal.
Responsabilidad civil
El Estado se hará cargo también del pago extraordinario de la responsabilidad civil fijada en sentencia, con un límite de 500.000 euros en caso de fallecimiento y de 750.000 euros para la gran invalidez.
Además, la ley tendrá efectos retroactivos hasta el 1 de enero de 1960, de forma que aquellas víctimas que hayan recibido unas indemnizaciones inferiores a las contempladas ahora, podrán solicitar en el plazo de un año el pago de la diferencia.
La norma ampara a las víctimas de los atentados cometidos en territorio español, así como a los españoles afectados por acciones terroristas cometidas en el extranjero. Además, la ley ordena que sea la Administración General del Estado la que pague los gastos de traslado, sepelio e inhumación de los fallecidos en atentado, y se podrá conceder la nacionalidad española por carta de naturaleza a las víctimas extranjeras.
Por primera vez, el Estado reconoce la figura de los amenazados, personas que acrediten sufrir "amenazas o coacciones directas y reiteradas" por parte de organizaciones terroristas y que "serán objeto de especial atención" por parte de las administraciones públicas.
El texto de la futura ley consta de 63 artículos y cuatro disposiciones adicionales, que unifican y amplían los derechos de las víctimas del terrorismo, desde la asistencia jurídica gratuita, la atención médica y psicológica y las ayudas al estudio hasta el acceso preferente a la vivienda y al empleo.
En este sentido, las víctimas del terrorismo que tuviesen la condición de funcionarios tendrá derecho a la reducción o la reordenación de su tiempo de trabajo a la movilidad geográfica de centro de trabajo.
Protección de la imagen de las víctimas en los medios
La proposición de ley reserva un capítulo completo a la labor informativa de los medios de comunicación y, en especial, a la protección de la imagen de las víctimas del terrorismo, con "especial cuidado en el tratamiento gráfico de las informaciones" sobre atentados.
Se prohíbe la publicidad que utilice la imagen de la víctimas con carácter despreciativo, vejatorio o sensacionalista o con ánimo de lucro y se establecen mecanismos de control y "autorregulación" para asegurar un tratamiento de las víctimas "conforme con los principios y valores constitucionales".
En esta misma línea y en defensa del honor y la dignidad de las víctimas, se establece la prohibición de que en lugares públicos existan monumentos, placas u otras menciones de exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del terrorismo o de los terroristas.
Se declara el 27 de junio de cada año, como día de recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo, coincidiendo con la fecha del primer asesinato atribuido a ETA, el de la niña Begoña Urroz, en un atentado en la estación donostiarra de Amara, en 1960.
La primera jornada de homenaje será precisamente este próximo domingo con una sesión plenaria del Congreso de los Diputados a la que asistirán los Reyes.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha reconocido el trabajo de todos los grupos parlamentarios que ha permitido pactar por unanimidad una proposición que está basada en "la memoria, la dignidad, la justicia y la verdad".