Obama insta al Congreso a que apruebe una histórica reforma financiera
- Pide imponer una cuota a los bancos que acudieron al plan de rescate
- La reforma, en la que se ha trabajado un año, se votará en una semana
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha instado al Congreso a que apruebe la mayor reforma financiera en el país desde la Gran Depresión, y ha abogado por imponer una cuota a los bancos que se beneficiaron del plan de rescate federal durante la crisis financiera.
"Todavía tratamos de salir de una crisis económica que ocurrió principalmente porque no había una supervisión suficientemente fuerte de Wall Street. No podemos construir una economía fuerte en EE.UU. a largo plazo sin poner fin al statu quo, y sentar los cimientos para el crecimiento y prosperidad", dijo Obama durante su acostumbrado discurso radiofónico de los sábados.
El mandatario grabó el mensaje antes de viajar a Toronto para participar, junto a otros líderes mundiales, en las cumbres del G8 y G20.
En Toronto, continuó, "espero que podamos avanzar en los progresos logrados en las cumbres del G20 del año pasado, al coordinar nuestros esfuerzos por una reforma financiera global" para conjurar más la crisis.
Más transparencia y seguridad
Según Obama, el acuerdo alcanzado el viernes por ambas cámaras del Congreso traerá más transparencia al entramado financiero del país, sobre todo en el complejo mercado de derivados -que mueve 600 billones de dólares-, y aumentará las protecciones financieras de los consumidores.
La reforma financiera también pondrá en marcha la llamada "regla Volcker" para asegurar que, en busca de ganancias, los bancos protegidos por una red de seguridad como la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, en inglés) no puedan realizar operaciones de riesgo.
Sin embargo, Obama consideró que, más allá de estas reformas, Estados Unidos también debe atender una tarea inconclusa respecto a los bancos que recibieron ayuda a través de un rescate financiado por los impuestos de los contribuyentes.
"Necesitamos imponer una cuota a los bancos que fueron los mayores beneficiarios de la asistencia de los contribuyentes en la peor parte de nuestra crisis financiera, para que podamos recuperar cada centavo de ese dinero", afirmó el mandatario.
El acuerdo sobre la reforma supone una importante victoria para Obama, que quiere demostrar en Toronto que Estados Unidos hace algo concreto para evitar las crisis financieras con impacto global.
Tras un año de trabajo
La reforma, en la cual el Congreso ha trabajado un año, afectará una gama muy amplia de transacciones financieras desde las compras con tarjeta de crédito hasta las operaciones más complejas con títulos y acciones en Wall Street.
Según fuentes legislativas, ambas cámaras del Congreso preven someter a votación la próxima semana el paquete definitivo de la reforma financiera, que afronta gran oposición de líderes republicanos.
Sin embargo, los legisladores aún no han divulgado la fecha para las votaciones.
De ser aprobada en el Congreso, se prevé que Obama firme la reforma financiera para el próximo 4 de julio, fecha en que los estadounidenses conmemoran el Día de la Independencia.