Víctimas del terrorismo, la lucha contra el olvido
- Durante mucho tiempo, las víctimas han vivido "en soledad, con pocos apoyos"
- La situación ha cambiado, sobre todo tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco
- Este domingo, el Congreso conmemora el Día de las Víctimas del Terrorismo
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La suya es una lucha contra el olvido: el del recuerdo de sus hijos, parejas o compañeros que murieron asesinados a manos de una organización terrorista.
Son las víctimas del terrorismo, que este domingo se convierten en protagonistas en el Congreso de los Diputados, donde se celebrará el primer Día de las Víctimas del Terrorismo.
Los Reyes presidirán un acto que contará la presencia de todos los grupos con representación parlamentaria, los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial y del lehendakari Patxi López.
Es la primera edición de esta iniciativa, que pretende perpetuar en la memoria de los españoles el recuerdo de las víctimas, según aseguró el presidente del Congreso, José Bono, cuando el pasado 11 de marzo anunció la institucionalización de esta fecha.
Entre los asistentes estará Ángeles Pedraza, que desde hace un mes preside la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Es la primera vez que un familiar de una víctima del 11-M preside esta institución.
"Este tipo de actos nos ayudan mucho porque suponen un reconocimiento y porque hay una parte de la sociedad que aún no termina de ver que somos víctimas", asegura a RTVE.es.
La presidenta de la AVT está "expectante ante un acto que esperamos que sea muy emotivo" y que desea que "responda a nuestros lemas: verdad, memoria, dignidad y justicia".
En memoria de las víctimas del terrorismo
Al igual que Ángeles Pedraza, José Marco, militar retirado, ha vivido con expectación los días previos a este Día . "Es muy positivo que se mantenga la memoria de las víctimas y que se les siga homenajeando", afirma.
Marco sabe muy bien de lo que habla. El 30 de enero de 1987 viajaba en un autobús de ruta que transportaba militares con destino a la Academia General de Zaragoza.
A su paso por la plaza de San Juan de los Panetes de la capital aragonesa, el comando dirigido por el etarra Henri Parot hizo estallar una furgoneta bomba.
Como resultado, dos militares murieron y más de 40 resultaron heridos, entre ellos José Marco, que ahora está retirado debido a las secuelas de aquel atentado.
"Al cabo del tiempo se manifestaron todos mis síntomas y tuve que dejar mi trabajo", señala.
“Incluso soy afortunado porque lo puedo contar y tengo a mi familia“
En los más de 20 años que han transcurrido desde aquel día, Marco ha visto cómo ha ido cambiando la percepción social hacia las víctimas. "Antes nos teníamos que esconder, lo primero que te preguntaban era qué habías hecho, como si fuéramos culplables", cuenta.
Ahora es diferente, se sienten apoyados y, en el caso de José Marco, incluso "afortunado, porque lo puedo contar y tengo a mi familia".
"Las víctimas del GRAPO hemos estado en segundo plano"
Ángeles López no tuvo tanta suerte. Esta asturiana perdió a su marido, el guardia civil José María Sánchez Melero, quien junto a su compañero Isaac Rodrigo Ranilla fue asesinado por un comando del GRAPO en Gijón el 28 de diciembre de 1989.
"La Guardia Civil ha sido el cuerpo más castigado por el terrorismo y sus familiares, los que más hemos sufrido el abandono y la vergüenza", denuncia en sus declaraciones a RTVE.es.
A ello se une su impresión de que las víctimas del GRAPO "siempre hemos estado en un segundo plano", solo se habla de las víctimas de ETA y parece que el GRAPO nunca ha existido, pero ha matado a 93 personas y ha herido a más de 200".
Ángeles López, que hoy es delegada en Asturias de la AVT, dice que durante mucho tiempo las víctimas han trabajado "en la más absoluta soledad, con muy pocos apoyos", aunque las cosas han cambiado: "A nivel personal, reconozco que estoy considerada casi una autoridad", afirma.
“Son los terroristas quienes nos eligen a nosotros, por eso no puedo perdonarles“
El cambio de percepción tiene para ella una fecha concreta: "El secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco; en ese momento toda España tuvo conciencia de que cualquier persona podía ser una víctima".
Pero Ángeles, como el resto de afectados, sabe que la suya es una condición que se adquiere de por vida y que ellos no eligen: "Son los terroristas quienes nos eligen a nosotros, por eso no puedo perdonarles, porque tampoco me han pedido perdón a mí".
"Es imposible superarlo"
A Ana López le preocupa de manera especial que el recuerdo de las víctimas esté siempre presente. Su marido, Elías González, fue una de las 192 personas asesinadas en Madrid en los atentados del 11-M.
"No puedes superarlo, tienes que aprender a vivir con ello pero superarlo es imposible", señala.
Por eso, esta zaragozana agradece que se establezca una fecha en memoria de las víctimas pero echa de menos una mayor implicación de la clase política en el día a día.
"Para mí lo más importante es que no tarden tanto en recibirnos, que agilicen los trámites, que estén a nuestro lado en las concentraciones y, sobre todo, que no se sienten a negociar con terroristas".
En su opinión, la sociedad aún no termina de entender que el terrorismo es un problema de todos "y que mañana te puede tocar a ti".
Por eso, conmemoraciones como este Día de las Víctimas del Terrorismo permiten que todos seamos un poco más conscientes del drama diario que viven estas familias, a las que un día fatídico les cambió la vida por completo.