Enlaces accesibilidad

La inmobiliaria Sacresa anuncia concurso de acreedores con una deuda de 1.750 millones

  • Es la tercera gran quiebra de un grupo inmobiliario en España
  • Los bancos no han aceptado en pago los solares de Finestrelles

Por
El grupo inmobiliario Sacresa, el mayor de Cataluña, ha presentado concurso de acreedores

El grupo Sacresa tiene previsto presentar esta mañana concurso de acreedores en el juzgado mercantil número dos de Barcelona con una deuda de entre 1.750 y 1.800 millones de euros con entidades financieras, según ha confirmado un portavoz de la empresa.

Controlada por la familia Sanahuja, la promotora había comunicado en marzo a este mismo juzgado la situación de insolvencia y se ha visto obligada a recurrir al concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos-, al fracasar la propuesta de refinanciación de la deuda con la banca.

Éste es el tercer concurso de acreedores más importante por volumen de la historia de España, sólo superado por Martinsa-Fadesa (5.200 millones) y Promociones Habitat (2.300 millones).

Metrovacesa arruinó a la familia Sanahuja

Sacresa es la primera promotora catalana y llegó a ser la mayor inmobiliaria de España cuando controlaba Metrovacesa, pero la toma de control de esta inmobiliaria forzó la ruina de Román Sanahuja y su familia, con un endeudamiento superior a los 5.000 millones.

El último intento para evitar el concurso de acreedores lo hicieron los abogados que representaban a la familia con la oferta de ceder su parte en los terrenos de Finestrelles, al sur de Barcelona, a cambio de evitar el concurso.

Estos terrenos están por urbanizar y construir y, pese a que en el sector inmobiliario se consideran de gran calidad, los bancos, cuyos balances ya no pueden soportar más activos inmobiliarios y que además consideran que los solares son el tipo de activo que peor salida tiene, no los aceptaron.

Cuando los bancos rechazaron la oferta, Román Sanahuja quedó abocado a tener que presentar concurso de cerca de cinco promotoras que operan bajo la marca Sacresa. Se espera que se entregue la documentación durante esta jornada y que el juez José María Ribelles emita un auto en los próximos días.

Reunión con los acreedores

Pese a la solicitud de concurso, representantes de Sacresa y de  las principales entidades financieras acreedoras están citados a una reunión para seguir negociando, en un intento para poder retirar el concurso hoy mismo o mañana en caso de acuerdo, según fuentes cercanas a la negociación.

Los principales escollos son unas garantías hipotecarias conjuntas entre varias entidades y la negativa a firmar un acuerdo del principal banco acreedor, RBS, que reclama a Sacresa 318 millones.

Entre el resto de acreedores de la sociedad también figuran Hacienda, con 150 millones, y el Institut Catal de Finances (ICF), organismo dependiente de la Generalitat, con 81,3 millones, además de unos 25 bancos y cajas

Grupo Sanahuja

El grupo Sanahuja engloba a las sociedades participadas por Román Sanahuja Pons, su esposa Ana María Escofet Brado y sus hijos Román, Javier, Juan Manuel, Ricardo, Ana María, María del Mar y Teresa.

La entrada de la familia Sanahuja en la inmobiliaria Metrovacesa se remonta a 2003, propiciada por Joaquín Rivero, que había utilizado Bami para lanzar una opa sobre Metrovacesa, en pugna con el grupo italiano Caltagirone.

La entrada de los Sanahuja fue clave para que Rivero fuese aupado a la presidencia de Metrovacesa, pero en 2006, como accionistas mayoritarios, decidieron tomar el control, lanzaron una nueva opa a más de 83 euros el título y forzaron la marcha de Rivero.

Al final del proceso, tanto Metrovacesa como Sacresa quedaron fuertemente endeudadas y el parón de las ventas inmobiliarias les impedía devolver los intereses, con lo que Metrovacesa pasó a ser controlada por los bancos acreedores, y ahora Sacresa ha acabado en los juzgados.

El concurso de acreedores de Sacresa forma parte de una segunda oleada de procesos concursales fruto de fracasos de refinanciaciones bancarias, como el presentado a principios de junio por la inmobiliaria catalana Fbex, propiedad de Juan Parada, con una deuda de 640 millones de euros.