Madrid estudia contratar autobuses privados en caso de que la huelga de Metro se haga indefinida
- Los trabajadores votan este miércoles si el paro se convierte en indefinido
- La Comunidad de Madrid ha abierto ya los primeros expedientes
- Cuéntanos cómo te ha afectado la huelga del metro de Madrid
Los trabajadores de Metro de Madrid han decidido seguir con la 'huelga salvaje' este miércoles, día en el que decidirán en asamblea si convierten ese paro en indefinido. Ante esa perspectiva, el Gobierno regional estudia contratar autocares de empresas privadas, ya que el refuerzo de los servicios de autobuses municipales no parece suficiente para absorber a los dos millones de usuarios diarios del suburbano.
Los autobuses contratados cubrirían en superficie el mismo recorrido de algunas líneas de Metro. Esta medida, según la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, "es bastante viable" y, si se pone en práctica, el Gobierno regional asumiría todos los costes.
El incumplimiento de los servicios mínimos fijados por la Comunidad (50% de los trenes en circulación) ha provocado este martes el paro total de todas las líneas del Metro madrileño, lo que ha desencadenado el caos en el tráfico de la capital, sobre todo en las horas punta de la mañana y la última hora de la tarde.
La primera convocatoria de huelga sólo fijaba tres jornadas de paro, entre el 28 y el 30 de junio, pero ahora podría convertirse en indefinida si así se decide en la asamblea de trabajadores que se celebra este miércoles en Plaza de Castilla.
Primeros expedientes por incumplir los servicios mínimos
Por otro lado, esas mismas fuentes han explicado que Metro de Madrid comunicará el miércoles los primeros expedientes informativos que se han abierto a los trabajadores por incumplir los servicios mínimos.
Si durante la elaboración de esos expedientes informativos se confirma que los trabajadores no han respetado los servicios mínimos por voluntad propia, se considerará causa de despido procedente.
Esa decisión de romper los servicios mínimos el martes la adoptaron los trabajadores en asamblea el pasado lunes, y la han ratificado de cara al miércoles en una nueva asamblea celebrada este martes.
El portavoz de CC.OO. en Metro, Ignacio Arribas, ha indicado que los 2.500 empleados presentes en esa asamblea - de un total de 7.500 trabajadores- han decidido "por unanimidad" y "sin presión" seguir con los paros "sin el cumplimiento de los servicios mínimos". "Los trabajadores están convencidos de que hay que continuar así", ha asegurado Arribas.
Intento frustrado de reabrir una línea
Este martes, Metro de Madrid ha tratado de abrir el servicio en la línea 8 del Metro, entre Nuevos Ministerios y el Aeropuerto de Barajas, apoyados por el despliegue de policías antidisturbios, pero ha tenido que renunciar ante la incapacidad de reunir conductores suficientes para hacerse cargo de los trenes.
Así lo ha confirmado el secretario general de UGT en Metro de Madrid, Teodoro Piñuelas. Mientras, la empresa municipal ha argumentado que sí había conductores dispuestos a trabajar, aunque ha preferido no "crear más confusión" ante la incertidumbre de garantizar el servicio este miércoles. Frente a esa explicación, el consejero de Presidencia de Madrid, Francisco Granados, ha asegurado que esos trabajadores se han vuelto atrás debido a la presión de los piquetes.
El responsable de UGT en Metro ha reconocido a RTVE.es esos piquetes. "Llevaron hasta Nuevos Ministerios a tres o cuatro conductores de otras líneas y de la reserva, pero hablaron con los piquetes informativos -con los policías delante, que conste- y se han vuelto atrás, por lo que Metro ha renunciado a abrir", ha razonado Piñuelas, quien asegura que la dirección intentaba "un golpe de efecto" y para lograrlo ha recurrido a "amenazas" para reunir algunos conductores.
Para su homólogo en CC.OO., Ignacio Arribas, lo que ha hecho la empresa es "una provocación, en la que no vamos a entrar", porque, con iniciativas como ésta, "no van a romper la unidad entre los trabajadores".
Con esta huelga, los sindicatos de Metro de Madrid protestan contra la bajada de salarios impuesta por la Comunidad de Madrid a todos los trabajadores de las empresas públicas de la región, un recorte que, en el caso de Metro de Madrid, rompe el convenio firmado recientemente entre la dirección y el comité de empresa.
Los trabajadores aseguran que no van a admitir el recorte salarial y que la huelga se pararía, según Piñuelas, "si se sentaran a negociar con nosotros para ver de dónde sacan esos ocho millones de euros, porque hay muchas partidas de donde sobra y se puede recortar", como publicidad, consultorías o formación.