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Fianza de 250.000 dólares y arresto domiciliario para la supuesta espía Vicky Peláez

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La periodista peruana Vicky Peláez tendrá que pagar una fianza de 250.000 dólares para no ir a la cárcel, según ha decidido el juez del tribunal federal de Nueva York que examina la acusación contra ella y otras nueve personas de pertenecer a una red de espionaje en favor de Rusia.

La fiscalía de Estados Unidos subraya que todos los acusados de pertenecer a una red de espionaje, con la excepción de la peruana Peláez, eran experimentados y muy preparados agentes de Rusia.

El juez Ronald Ellis determina también el arresto domiciliario de Peláez una vez pague la fianza, mientras que dictó prisión preventiva para los conocidos como Juan Lázaro (su esposo), Cynthia y Richard Murphy, por considerar que podrían huir del país.

Ellis señala que en el caso de Peláez las pruebas indican que "no había recibido entrenamiento como espía", como el resto de los acusados que comparecieron ante el juez sin esposar pero con los monos de color azul oscuro que llevan los prisioneros habitualmente.

Agrega que la periodista peruana es "ciudadana estadounidense que no parece haber utilizado jamás una doble identidad ni identificaciones falsas" en los viajes que hizo a Suramérica y en los que, según la fiscalía, habría entregado diversa correspondencia a agentes del servicio secreto ruso.

Vigilancia electrónica

Peláez, de 55 años, y madre de dos hijos, uno de ellos estudiante de piano, de 17 años, y otro arquitecto, Waldo Mariscal, de 38, será sometida también a vigilancia electrónica durante su arresto domiciliario si puede pagar la fianza.

El juez Ellis explica que ha tomado esta decisión por considerar que Peláez, que trabajaba en el diario neoyorquino en español El Diario/La Prensa, "no tiene un incentivo para huir, al contrario que los otros".

"Sus acciones no indican que sea inocente, ya que debería de haber sabido que algo estaba pasando", en relación a su esposo, también detenido y que en sus declaraciones tras la detención ha admitido que era agente ruso, que no tenía nacionalidad uruguaya y que su nombre real no era Juan Lázaro.

Bajo esa identidad, Lázaro -que ejerció como profesor de Ciencias Políticas en la universidad Baruch de Nueva York- estuvo casado con Peláez durante más de dos décadas y con ella tuvo un hijo, Juan José.

El subsecretario de Justicia de EE.UU., Michael Farbiarz, en su calidad de fiscal general adjunto, presentó el caso ante el tribunal, en el que defendió que "no se les dejara en libertad bajo fianza, ya que todos ellos podrían huir del país".

Pruebas "fuertes" contra ella

Farbiarz ha dicho que también que "las pruebas contra Peláez son muy fuertes... Cualquiera que vea las pruebas, verá que hay motivos suficientes para juzgarla", al igual que las que pesan en contra de Lázaro y de Cynthia y Richard Murphy, a quienes el juez ha negado la libertad bajo fianza.

Según los escritos de la fiscalía, que repitió Farbiarz, los delitos cometidos por los detenidos podrían hacerles pasar a cada uno de ellos un mínimo de 25 años en prisión, a excepción de Anna Chapman, una rusa de 28 años y que podría pasar cinco años en la cárcel.

Chapman no ha comparecido ante el juez, pues el lunes su representante legal pidió la libertad bajo fianza, pero le fue denegada por el juez que decidió que revisará de nuevo la petición a fines de mes.

Fuentes de la fiscalía general en Nueva York indican que la vista prevista en el caso contra los supuestos Tracey Lee Ann Foley y Donald Howard Heathfield, en Boston, se ha pospuesto hasta el 16 de julio.

Blanqueo de dinero y conspiración

Las acusaciones iniciales contra ellos eran las de blanqueo de dinero, conspiración y de actuar como agentes de un gobierno extranjero sin informar al Departamento de Justicia, delitos que conllevan penas máximas respectivas de 25 y 5 años de prisión.

El defensor de Peláez, Carlos Moreno, ha dicho a Efe que su cliente se había declarado "totalmente inocente" y calificado de "ciencia-ficción" las acusaciones de EE.UU., que interpreta como una consecuencia de sus artículos de opinión.

"No entiendo cómo dicen que Vicky es espía, si cuando yo dirigía El Diario y ella trabajaba para mí, jamás me pidió conocer a ningún político. Sólo hacía su trabajo", dijo a la prensa Gerson Borrero, que la describió como alguien que "no es una persona fácil. Tiene muchas opiniones polémicas. Eso le hace una excelente columnista".

"Vicky es inocente" o "Vicky se nota, se siente, está presente", gritaron en el exterior, varias decenas de activistas hispanos, algunos llevando banderas puertorriqueñas.