El marido de la espía rusa: "Tenía muchos secretos"

• El ex esposo de una de las espías ha sido interrogado en Reino Unido
• Señala que ella estaba dominada por su padre, ex agente de la KGB
• Antes de ir a EE.UU. empezó a frecuentar a rusos y gente acomodada

"Hacia el final de nuestro matrimonio ella empezó a tener muchos secretos, iba a encuentros con sus propios 'amigos rusos' y supongo que eso podría haber sido porque estaba en contacto con el Gobierno ruso".

Con estas palabras Alex Chapman, un psicólogo de 30 años, detalla ahora cómo los indicios que habían a su alrededor mostraban que su ex esposa, Anna Kushchenko (luego Champman, apellido que mantuvo a pesar de su divorcio en 2006), estaba siendo reclutada o era ya espía rusa, motivo por el que ha sido detenida esta semana junto a otras nueve personas en Estados Unidos.

Y es que, de la noche a la mañana, Chapman se ha encontrado en el foco de la opinión pública y ha recibido una visita de los agentes del MI-5 -la inteligencia británica, para preguntarle sobre las actividades de su ex.

"El oficial me contó que necesitaba saber todo y le conté lo que sabía. Fue totalmente extraño pensar que mi ex esposa podía estar implicado en algo como eso", ha contado en una entrevista exclusiva al Daily Telegraph.

Y eso pese a que, como él mismo confiesa, "cuando ví que la habían arrestado por ser sospechosa de ser espía no supuso mucha sorpresa para mí, para ser honesto".

Ambas visiones son compatibles para Chapman porque, lejos de la imagen de 'Chica Bond' o 'femme fatale' que se ha proyectado, considera que su ex esposa era víctima de su padre, un espía de la KGB "que controlaba todo lo que hacía en su vida". "Ella habría hecho todo por su padre", considera.

Un suegro peculiar

La historia comenzó de forma aparentemenete inocente. Chapman conoce a Anna en una discoteca en 2002 y ambos se enamoran. Tras cinco meses de noviazgo se casan muy jóvenes -él tiene 23, ella 21- y se van de viaje de novios a Zimbabue, el país africano donde su suegro ruso trabaja de diplomático.

"Anna me contó que su padre había ascendido en las filas de la KGB. Decía que era una agente de la 'vieja Rusia'", recuerda Chapman, hijo de un magnate de seguros que pasó su infancia en la isla de Bermuda.

"Le pregunte cuál era el trabajo de su padre y Anna dijo que estaba allí para representar al Gobierno ruso en ciertas áreas", añade.

Al llegar a Zimbabue, Alex se da cuenta de que Vasily Kuschenko era, al menos, un personaje siniestro,

"Nunca confiaba en nadie. Me preguntó por qué había elegido una esposa rusa y si tenía algún asunto en Rusia. Nunca me presentó a otros rusos que venían a casa y siempre parecía tener mucha mayor seguridad que otros diplomáticos. Tenía un Land Rover con los cristales titnados y siempre llevaba un coche delante y otro detrás", rememora.

Pero lo cierto es que Anna ya en 2002, cuando se mudó a Londres, ya tuvo una sucesión de trabajos bien pagados, incluyendo seis meses en la división de banca privada de Barclays y en un hedge fund llamado Navigator Asset Management.

Viaje a Estados Unidos

Por eso, el principal interés del MI5 es saber qué tipo de actividades desarrolló Chapman en su país, dado que tuvo relación con grandes fortunas. En esa recta final de su matrimonio, Anna empezó a frecuentar a personas ricas y a acudir a glamourosos estrenos de cine.

Finalmente, un año después de su divorcio, Anna decidió irse a vivir a Estados Unidos para buscar "oportunidades de negocio" pese a que antes, según su ex marido, había tenido opiniones muy negativas de los americanos.

"Conoció a un americano rico que se la llevó a Estados Unidos y cuando volvió estaba encantada con el país", rememora el psicólogo, que siguió manteniendo una buena relación con ella.

Así, ese año se mudó y abrió su compañía de propiedades por internet, que siempre parecía estar en pérdidas pero de repente "despegó en 2009 y contrató a 50 personas".

"No pude entender cómo podía pagarles. En algún momento, alguien metió mucho dinero allí", concluye.