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Pakistán entierra a las víctimas de Lahore, acosada por el terrorismo sectario

  • En el último ataque han muerto al menos 42 personas
  • Una docena de atentados en 15 meses, sólo en Lahore

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Familiares de uno de los fallecidos en el ataque suicida lloran junto a su ataúd en Lahore.
Familiares de uno de los fallecidos en el ataque suicida lloran junto a su ataúd en Lahore.

Pakistán ha enterrado a las decenas de víctimas del atentado múltiple perpetrado anoche contra un popular santuario sufí de la ciudad oriental de Lahore, que se está convirtiendo en epicentro de una violencia terrorista de carácter cada vez más sectario.

Muchos de los cadáveres de los al menos 42 fieles fallecidos fueron enterrados en diversos puntos de la provincia de Punjab, cuya capital es Lahore, tras haber sido identificados por sus respectivos familiares, según han informado fuentes policiales y testigos.

De acuerdo con la versión policial, entre 152 y 175 personas aún se recuperan de sus heridas en sus casas y los hospitales, incluidas 28 de carácter grave, mientras que en la ciudad, de siete millones de habitantes, el ambiente permanece tenso, se han registrado protestas y los comercios han anunciado un paro de tres días.

El ataque múltiple ocurrió el jueves por la noche, una fecha especial en el calendario de la corriente mística y moderada sufí, en el complejo religioso de Data Darbar, que está situado cerca del centro histórico de Lahore.

Varios miles de personas se hallaban en el interior del santuario, cuando en un intervalo de pocos minutos se sucedieron tres explosiones, dos de ellas provocadas por terroristas suicidas de unos 20 años de edad y una tercera supuestamente por un artefacto de baja intensidad, según fuentes de seguridad.

Las cámaras de seguridad graban a los suicidas

Las televisiones paquistaníes han emitido imágenes de los movimientos efectuados por los suicidas, en lo que parece ser un claro fallo de seguridad en un recinto dotado de buenos dispositivos, con escáneres y cacheos corporales.

En las secuencias se observa como uno de los suicidas accede al recinto con prisas y ataviado con un shalwar kameez (vestimenta típica paquistaní) blanco y un bolso negro que sujeta con las dos manos; poco después se produce la primera explosión y una estampida de gente para abandonar el lugar. A continuación, entra el segundo terrorista.

Los movimientos de uno de los terroristas que han atentado contra una mezquita sufí en Lahore (Pakistán) han sido grabados por varias cámaras de vigilancia. Tres explosiones han matado a más de 40 personas y han herido a casi 200 (02/07/2010).

Según la cadena privada "Express TV", las autoridades han conseguido con la ayuda de los parientes identificar a uno de los atacantes, un tal Usman, residente de Lahore, que estaba en paradero desconocido desde hacía varios días.

El ataque de este jueves es el último de una cadena de acciones sectarias que están teniendo como objetivo principal la ciudad de Lahore, donde también se registró el último gran atentado, a finales de mayo, contra la corriente minoritaria ahmedi.

"Este ataque (el de Kunduz) tiene un patrón claramente sectario, entra dentro de la tendencia reciente. El sunismo radical está totalmente en contra" de quienes no siguen su interpretación ortodoxa del Islam, ha señalado una fuente de seguridad occidental.

Escalada de violencia sectaria

Según los expertos, en Punjab, especialmente en los territorios más meridionales, tienen su bastión las principales organizaciones sectarias de Pakistán, tales como Lashkar-e-Jhangvi o Sipah-e-Sahaba.

A pesar de estar proscritos, estos grupos actúan con bastante impunidad en una provincia cuyo Gobierno, liderado por la opositora Liga Musulmana-N del ex primer ministro Nawaz Sharif, ha sido acusado a menudo de adoptar una actitud "blanda" con ellos.También cooperan con el movimiento talibán paquistaní, contra el que el Ejército combate en la frontera afgana.

"Su vinculación con los grupos de las áreas tribales paquistaníes (fronterizas con Afganistán) es evidente. Han entrenado juntos, comparten terroristas", ha subrayado la fuente de seguridad occidental.

Dicha fuente opina que las operaciones militares en el conflictivo noroeste del país pueden haber cortado la comunicación a las facciones insurgentes, por lo que "quizás es un tema de oportunidad" que sean los grupos punjabíes los que más están golpeando en los últimos tiempos.

Los continuos atentados en Lahore, más de una docena en los últimos 15 meses, han llevado a ciertos sectores de la clase política a pedir que se lance una operación militar en el sur de Punjab, aunque los analistas creen que la acción policial es más adecuada en áreas urbanizadas.