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El cómic 'Diario de guerra', un último homenaje a Víctor de la Fuente

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FALLECIMIENTO-DE LA FUENTE
El dibujante Víctor de la Fuente, en la imagen, fallecido el viernes 2 de julio, a los 83 años en la localidad francesa de Le Mesnil Saint Denis después de largos años de enfermedad,

El trabajo de uno de los referentes del cómic contemporáneo en España, Víctor de la Fuente, fallecido este viernes, ha recibido un último e inesperado homenaje con la edición de "Diario de guerra: Víctor de la Fuente", un libro que recupera cuatro historietas inéditas de este maestro de trazos profundos.

"Un grande entre los grandes" en opinión del editor de cómics de Panini, Alejandro M. Viturtia, que ha señaló a que aunque "muchos estudiosos opinan lo mismo", no se ha hablado lo suficiente de él y de su obra.

Para Viturtia, el trabajo de Víctor de la Fuente es "fundamentalmente actual", porque ha resistido muy bien el paso del tiempo.

Y eso se demuestra en su destreza en el dibujo de los paisajes y de la figura masculina, características reflejadas en el libro editado hace apenas unas semanas por Panini Comics y que reúne cuatro historietas bélicas de este maestro del "western", fallecido ayer, 2 de julio, en la localidad francesa de Le Mesnil-Saint-Denis, a los 83 años, a cuasa de una larga enfermedad.

Cuatro historias que fueron realizadas durante la década de los sesenta como encargo para varias revistas inglesas.

Y que son una prueba más de la maestría del asturiano -nació en Ardisana de Llanes en 1927- en los planos medios, en los paisajes, en la profundidad y en el delineamiento del cuerpo masculino.

Pero sobre todo, opinó Viturtia, "destaca el dinámico acabado a tinta, una tinta tan rotunda con esas masas de negro que a veces huyen de la línea curva innecesaria".

Un estilo, el del autor de cómics como "Haxtur" o "Mathai-Dor", que a menudo intentaba ser "anguloso" y otras era delicado, por lo que es "muy difícil de describir", confesó el editor.

Fue uno de los artistas tratados injustamente

Algo que contribuyó, agregó Viturtia, a que el dibujante se convirtiese en "uno de esos artistas que de alguna manera han sido tratados injustamente", de los que no se ha hablado al nombrar a los grandes autores de la historieta española y que no han recibido el reconocimiento que merecían.

Para tratar de remediar esa falta de reconocimiento, Panini decidió recuperar cuatro historietas inéditas del dibujante en un libro que ahora se ha convertido en un último homenaje a Víctor de la Fuente.

"Nosotros nos decidimos a publicarlas porque a veces los trabajos de agencia, estos trabajos que algunos críticos han llamado alimenticios, no son apreciados y no hay mayor error posible", ha afirmado tajante el editor.

Y es que, en opinión de Viturtia, tal desprecio es infundado porque se trata de "trabajos hechos en la cima artística de los dibujantes".

"Perros del infierno" (1963), la primera de las historietas de "Diario de guerra", cuenta las dudas del cabo Willis a la hora de entrar en combate contra los nazis y evidenciar su valor o su cobardía.

La segunda, "Los destructores", publicada originalmente en 1965, muestra los intentos de un pelotón inglés por hacerse con la montaña "Azul". Una excelente posición defensiva ante el ataque japonés, que es custodiada férreamente por "el Asesino" Ben Martin y su ejército de indígenas.

"La fortaleza oculta" (1965) traslada el escenario bélico a la India, donde el alférez Simcox combate contra los japoneses. La historia plantea el dilema de un hombre que reacciona de forma insospechada ante el peligro.

La última es "La cima del valor" (1966). Esta historieta presenta la confrontación entre dos descendientes de familias de las tierras altas escocesas, los McDonald y los Campbell. Durante la guerra ambos jóvenes se batirán a puñetazos, pero también aprenderán a combatir juntos a los nazis parapetados en el norte de África.

Son comic bélicos pero sobre todo son cómic de personas

"Son cómic bélicos pero sobre todo son cómic de personas, es decir, son historietas donde los protagonistas son personas normales que se ven atrapadas en la guerra", indicó Viturtia.

"Además, lo más auténtico es que muchos de los guiones fueron escritos por veteranos de guerra, lo que de alguna manera transmite una autenticidad difícil de encontrar en otra parte", concluyó el editor.