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Komorowski y Kaczynski compiten igualados por la presidencia de Polonia

  • La segunda vuelta de las elecciones polacas se celebra este  domingo
  • El accidente de Smolensk, en el murió el presidente,  marca los comicios

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Arranca la segunda vuelta de las elecciones polacas

Hace apenas 15 días, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales polacas, nadie podía imaginar que se iba a llegar en esta segunda vuelta con las encuestas mostrando unos resultados tan igualados entre Jaroslaw Kaczynski y Bronislaw Komorowski.

La mayoría de las encuestas todavía conceden una ligera ventaja al candidato de la Plataforma Cíciva (PO), el partido del Primer Ministro Donald Tusk, pero tan escasa que puede pasar cualquier cosa.

Antes del accidente de Smolensk, Karoslaw Kaczynsky apenas contaba con una aceptación popular de un 13% de los polacos. Por el contrario, el Presidente del Parlamento, designado ya entonces candidato del PO, ya contaba con un 60% de simpatías entre la gente.

Los ciudadanos se congregan ante el palacio presidencial a la espera de que se abra la capilla ardiente.

Sin emabrgo, el accidente de Smolensk, que por cierto, sigue bajo investigación de las autoridades rusas, en el que murió el presidente Lech Kaczynski y buena parte de la cúpula del partido Ley y Justicia, ha cambiado totalmente el panorama político.

Jaroslaw, dispuesto -según él mismo ha dicho- a seguir la misión de su hermano, ha suavizado su mensaje ultranacionalista, rusófobo, desconfiado de alemania y aderezándolo con mensajes populistas que abogan por una economía estatal, intervencionista y social, ha conseguido llegar esta segunda vuelta en condiciones de ganar al prestigioso pero falto de carisma Komorowski.

En el segundo debate televisivo parece que el temperamental Kaczynski consiguió conectar mejor con la sensibilidad de la gente, a pesar de que los analistas daban ganador a Komorowski.

La clave son los votos de la izquierda

Las opciones de éste último pasan por conseguir en masa los votos del partido de la izquierda "postcomunista", como el mismo Jaroslaw la llama, que fueron un 13% en la primera vuelta.

Pero el candidato Napieralski se ha resistido a recomendar el voto a Komorowski, al parecer, porque no ha conseguido convencer al partido de Tusk de que sería mejor socio de gobierno que el socio actual, un partido de derechas, más cercano a los Kaczynski y que amenaza en quedarse prácticamente en irrelevante.

Sí lo han hecho destacados dirigentes de la izquierda, entre ellos el ex Presidente Kwasnievski.

Las dos polonias

Las dos Polonias también existen y las dos son de derechas. Una, proeuropea, liberal, urbana y moderada. La otra, ultranacionalista, ultracatólica, rusófoba, germanófoba.

Si gana Komorowski, el Gobierno tendrá por delante un año, hasta las próximas legislativas en otoño, para sacar adelante reformas económicas como la de la Seguridad Social, una de las claves de la campaña.

Un tribunal ha prohibido a Kaczynsky afirmar que Komorowski quiere privatizar la Seguridad Social, pero esto no ha impedido que las propuestas de un estado paternalista seduzcan a más polacos que la reforma planteada por el gobierno para hacer la sanidad sostenible.

Si gana Kaczynski todos esperan que desde su puesto de presidente, sin poder ejecutivo pero con derecho de veto, paralice las reformas del gobierno y cree un gobierno en la sombra preparando a conciencia las próximas elecciones legislativas.

La última palabra la tendrá, probablemente, la abstención, que seguramente será mayor que en la primera vuelta, un 46%.

El buen tiempo y la abstención perjudican a Komorowski

El electorado de Kaczynski, rural, de misa dominical y votación, es tradicionalmente más disciplinado que el electorado urbano de clase media de Komorowski. Y ya ha dado muestras de ello: hace cinco años, Donald Tusk era el favorito en las encuestas, pero ganó Lech Kaczynski porque Tusk tuvo la maña suerte de que hizo buen tiempo.

Los votantes urbanos prefieren hacer colas en las atestadas carreteras del Báltico antes que en las mesas electorales. Y para este domingo en Polonia se espera una media de 30 grados.