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Calma tensa y preocupación en los despachos de la sede nacional del PP

Génova aún no ha emitido un comunicado sobre la detención de Ripoll

Camps y Barberá han hecho un llamamiento a la "prudencia y responsabilidad"

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La sede nacional del PP ha recibido con una mezcla de prudencia, calma tensa y preocupación las noticias sobre la detención del presidente de la Diputación de Alicante y del partido en esta provincia, José Joaquín Ripoll.

Las sensaciones van desde la prudencia a la "contrariedad", según las declaraciones a Efe de fuentes del Partido Popular, si bien la reacción predominante ante las informaciones que han ido sucediendo en Alicante ha sido la de la "intranquilidad".

Pese a ello, la plana mayor de los populares aboga por la prudencia  ya que aún no se conocen los cargos que se le imputarán al presidente del PP de Alicante, detenido por la Policía en el marco de una operación relacionada con un proyecto de residuos en la zona.

La línea oficial, por tanto, es la de aguardar los acontecimientos antes de tomar decisiones drásticas, han argumentado las fuentes.

Génova no se ha pronunciado

Igualmente, la sede del PP en la calle Génova de Madrid mantiene contactos frecuentes con la dirección del partido en la Comunidad Valenciana, y también con la de Alicante, para definir la posición oficial. Aun así no ha emitido comunicado oficial y ninguno de los integrantes de la dirección se ha manifestado en público.

Quien sí ha hablado ha sido el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en su caso para pedir "prudencia y responsabilidad" tras conocer los registros efectuados en la Diputación de Alicante y en el Ayuntamiento de Orihuela, también del PP.

Sin embargo, en los despachos y pasillos de la sede nacional predomina la "intranquilidad".

En un momento difícil

Algunas fuentes llaman la atención sobre el momento en que se han llevado a cabo los registros, apenas una semana antes de que comience el debate sobre el estado de la nación. Otras ponen el acento en la situación del PP valenciano, al que investiga la Justicia en las tres provincias de la comunidad autónoma.

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, tiene pendientes varias causas judiciales, en tanto que el propio Camps podría ser citado por el Tribunal Superior de la comunidad autónoma por la reapertura de la investigación de una parte del caso Gürtel. Ahora, figura en el centro de otra operación policial el presidente de la Diputación alicantina.

Ripoll es uno de los últimos exponentes en las instituciones del llamado zaplanismo, la corriente afín al ex presidente valenciano Eduardo Zaplana.

Tensa relación entre Ripoll y Camps

Este bloque es irreconciliable con el afín a Camps, según ha consultado Efe, y por esta razón las relaciones entre el presidente de la Generalitat y Ripoll resultan tensas, cuando no inexistentes.

De hecho, el presidente del PP de la provincia de Alicante se había mostrado crítico con la gestión que Camps y su plana mayor hicieron de las consecuencias políticas del 'caso Gürtel', lo que requirió la mediación de la dirección nacional para apaciguar los ánimos.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, y la secretaria general, María Dolores De Cospedal, se han ido enterando de los acontecimientos en Fuensalida y en Torrijos, las localidades castellanomanchegas que han visitado a lo largo de la jornada.

La presidenta de la FVMP, también a la espera

La presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Elena Bastidas,  tampoco se ha posicionado antes los hechos y ha dicho que está a la "expectativa" y a la "espera" de que se desarrollen las actuaciones policiales y judiciales para hacer una valoración de la detención de Ripoll.

Bastidas ha conocido la noticia cuando viajaba de Valencia a Madrid para asistir a un curso de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo del Escorial. La presidenta de la FVMP ha recomendado a la clase política "hacer autocrítica" para ver "en qué se ha fallado y qué es lo que no se ha sabido transmitir bien a la opinión pública".

Ha recordado que en España hay alrededor de 8.000 alcaldes y "un montón" de cargos públicos, de los que la "inmensa mayoría" tiene "una fuerte y comprometida vocación de servicio". Sin embargo, ha continuado, "lógicamente existen dos o tres casos aislados con independencia del color político, pero son casos concretos y no es justo generalizar porque toda la clase política no somos de la misma manera", ha concluido.