Las orcas ejercen de abuelas con sus familias
- Cuidan de sus familias al terminar su vida fértil, como las abuelas humanas
- Las mujeres y 2 especies de ballenas son las únicas que tienen la menopausia
- Un estudio explica por qué dejan de ser fértiles cuando son jóvenes
Las orcas, las ballenas piloto y las mujeres son las únicas especies conocidas en las que las hembras dejan de reproducirse a una edad relativamente joven de su vida útil. Al no ser fértiles, se vuelcan en el cuidado de sus familias. Son abuelas.
Esta hipótesis fue lanzada en los años 50. Afirmaba que la menopausia de las hembras adultas beneficia al grupo porque pasan a tener un papel muy importante en el desarrollo de las crías y en el cuidado de la familia.
Es lo que ahora demuestra un estudio realizado por los profesores Michael Cant y Rufus Johnstone, de las universidades inglesas de Exeter y Cambridge, publicado en 'Proceedings of the Royal Society Publishing'.
Es el primer estudio que explica por qué estas especies son las únicas en las que las hembras dejan de ser fértiles cuando todavía les quedan varias décadas de vida. Para quedarse al cuidado de los más jóvenes.
El papel de las abuelas
Aunque las tres especies tienen estructuras sociales muy diferentes, cuando envejecen, se sienten más ligadas al resto de miembros de su comunidad, sobre todo a los más pequeños. Estrechan vínculos con los miembros más jóvenes del grupo y, como no pueden reproducirse, asumen el papel útil en la crianza, porque están motivadas.
Esto posibilita el 'rol de las abuelas'. Las hembras viejas mejoran la tasa del éxito reproductivo de otras más jóvenes. Intercambian sus conocimientos para criar a los pequeños de la especie y ayudan para que el resto de ejemplares adultos tengan un acceso más fácil a los recursos.
Aún así, los investigadores no saben explicar por qué la menopausia ha evolucionado en los humanos y las ballenas dentadas, mientras que las hembras de todas las demás especies se reproducen hasta el final de su vida.
“Las hembras de las demás especies se reproducen hasta el final de su vida“
En el caso de las humanos, las mujeres jóvenes suelen abandonar el hogar paterno cuando encuentran un compañero con el que reproducirse. Cuando tienen nietos, tienen muchas más relación con su familia y dejan de procrear para volcarse en el cuidado de los pequeños.
Aún así, este argumento no permite explicar el comportamiento de las ballenas dentadas, porque las dos se quedan con su familia toda la vida, aunque a veces se unen con otros grupos para aparearse. Pero lo que sí demuestra el estudio es que en los tres casos las hembras adultas se relacionan cada vez más con las crías del grupo a medida que envejecen.