Fariñas pone fin a su huelga de hambre tras el anuncio de la liberación de 52 presos en Cuba
- Lo han comunicado los disidentes que están con él en el hospital
- Fariñas había pedido la liberación de 26 presos y Cuba deja libre a 52
- Quería que 10 salieran inmediatamente, pero solo saldrán cinco
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de cuatro meses y en estado grave en un hospital de Santa Clara, va a poner fin a su protesta, según han adelantado fuentes de su entorno.
"Pensamos que hoy será un gran día, podremos convencerle de que abandone la huelga de hambre. Pedía la liberación de 26 prisioneros y el Gobierno aceptó dejar libre a 52 presos de conciencia", ha declarado el ex prisionero político Héctor Palacios cuando se dirigía a Santa Clara, a 270 kilómetros de La Habana.
Numerosos dirigentes opositores y de las 'Damas de Blanco' -madres y esposas de los prisioneros políticos- han acudido a Santa Clara para encontrarse con el activista de 48 años, que se puso en huelga de hambre desde finales de febrero.
Fariñas inició su huelga de hambre a raíz de la muerte del preso Orlando Zapata que había comenzado una protesta similar. Inició entonces su huelga para exigir que los 26 presos políticos que estaban en estado más delicado fuesen liberados.
Al borde de la muerte
En esa protesta él mismo estaba ahora al borde de la muerte y los médicos que le atienden en la unidad de cuidados intensivos aseguraban que su estado era crítico hace solo unos días.
La decisión de Fariñas es una consecuencia más del anuncio del Gobierno cubano de que pondrá en libertad a los 52 presos del Grupo de los 75 -detenidos durante la Primavera Negra de 2003- que permanecían en prisión.
La Iglesia católica cubana ya ha facilitado los nombres de los cinco primeros que serán liberados y que viajarán a España de manera inminente. El Consulado general de España tiene todo preparado para aportarles la documentación necesaria.
Hay satisfacción entre los familiares de los presos políticos y entre los disidentes si bien algunos expresan cierto escepticismo sobre si la importante medida del Gobierno cubano supondrá el inicio de una mayor apertura política.