Menos políticos y entidades más solventes con la nueva ley de cajas de ahorros
- Los cargos electos no podrán estar en los órganos de gobierno
- Emitirán cuotas participativas hasta el 50% del patrimonio de la caja
La nueva ley de cajas que aprueba hoy el Consejo de Ministros pretender reforzar este tipo de entidades financieras, profesionalizar su gestión y mantenerlas al margen de injerencias políticas. A continuación, se desglosan algunos de los puntos clave de la reforma de las cajas de ahorros:
- Objetivos de la reforma de la ley de cajas: la capitalización para facilitar el acceso a recursos de máxima categoría en iguales condiciones que otras entidades de crédito, y la profesionalización y democratización de las cajas de ahorro.
- Cuotas participativas: Tendrán derechos políticos, similares a las acciones de las sociedades anónimas. Las cajas podrán emitirlas por un importe no superior al 50% de su patrimonio. Se suprimen los límites a la tenencia de cuotas por un único partícipe y se establecen los principios de libertad de emisión y retribución. Estos títulos podrán ser emitidos desde que entre vigor la nueva norma.
- Profesionalización: Se establece la incompatibilidad de los cargos electos a ser miembros de los órganos de gobierno, y se impide la participación de representantes de la administración ejecutiva en esos órganos. Al menos la mitad de los miembros del consejo de administración deberán cumplir requisitos especiales de cualificación y experiencia.
- Transparencia: Se extiende la obligación de informe anual a todas las cajas de ahorros.
- Toma de decisiones: La nueva ley también establece mayorías reforzadas en los órganos de gobierno para las decisiones fundamentales de la caja. Será necesaria una mayoría de dos tercios de los presentes para pasar a cualquiera de los otros modelos de funcionamiento de las cajas.
- Nuevos modelos: Las cajas podrán integrarse en un Sistema Institucional de Protección (SIP), cuya entidad central tendrá la naturaleza de sociedad autonómica, permitiéndoles el acceso directo a los mercados. También podrán ejercer su actividad indirectamente a través de un banco y traspasarle el patrimonio sujeto a la actividad financiera. La tercera opción es transformarse en una fundación y renunciar a su condición de caja.