La Fiscalía de Los Ángeles está sorprendida con la decisión suiza sobre Polanski
- La fiscalía esta "decepcionada" por la decisión de suiza de dejarlo en libertad
- Polanski lleva casi un año de arresto domicililario, pero ya es libre
El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, Steve Cooley, aseguró hoy estar "realmente sorprendido y decepcionado" por la decisión de las autoridades suizas de no entregar al cineasta Roman Polanski a EEUU, informó el diario Los Angeles Times.
Cooley ha liderado durante años las gestiones para extraditar a Polanski, fugitivo de la Justicia de EEUU desde 1978 tras ser acusado de abusar sexualmente de una menor, y se desconoce cuál será el siguiente paso de la fiscalía después de este revés.
La ministra de Justicia de la Confederación Helvética, Eveline Widmer-Schlumpf, anunció hoy que el director ganador de un Oscar por El Pianista (2002) no iba a ser entregado a las autoridades de EEUU después de casi un año de arresto domiciliario en Suiza.
"Un defecto de solicitud"
La decisión del país alpino se apoyó en un defecto en la solicitud de extradición estadounidense y se alegó que las autoridades de EEUU sabían de la habitual presencia de Polanski en Suiza durante los últimos años, donde el cineasta tiene una casa de vacaciones, y que nunca habían hecho nada al respecto.
Polanski fue acusado de abusar sexualmente de una menor en Los Ángeles en 1977, pero el proceso no llegó a cerrarse debido a que Polanski huyó a Francia en 1978, antes de que se pudiera conocer el veredicto.
Desde entonces el cineasta no volvió a pisar suelo estadounidense, ni siquiera para recoger su Oscar.
El pasado septiembre, la Policía suiza detuvo a Polanski, en aplicación de la orden de arresto internacional emitida por EEUU, cuando éste acudió al país centroeuropeo para asistir a un festival de cine
Los abogados del director trataron numerosas veces durante los últimos meses que la Corte Superior del condado de Los Ángeles desestimara el caso contra su cliente después incluso de la petición de la víctima, Samantha Geimer, ahora casada y con hijos.
Geimer, que en 1997 perdonó públicamente a Polanski, ya había pedido en enero del año pasado que se cerrara la causa contra el director.
En 1993, Polanski y Geimer llegaron a un acuerdo extrajudicial por el que, según la prensa estadounidense, el director acordó indemnizarla con, al menos, medio millón de dólares.
La defensa del cineasta también alegó fallos procesales en este caso y señaló como prueba el documental Roman Polanski: Wanted and Desired (2008), donde dice que se muestra una falta de profesionalidad de los implicados en la administración de la Justicia.