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El ministro de Trabajo francés estudia dejar de ser tesorero de su partido tras el escándalo de L'Oréal

  • Woerth ha sido exonerado de haber beneficiado a la multimillonaria en un informe
  • Sarkozy habla esta tarde-noche para tratar de recuperar la iniciativa política
  • La derecha pierde un escaño en uno de sus feudos tradicionales cerca de París

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El ministro Woerth, en un foro de su partido, la UMP.
El ministro Woerth, en un foro de su partido, la UMP.

El ministro francés de Trabajo, Eric Woerth, en el ojo del huracán del escándalo Bettencourt por las sospechas de haber intervenido desde el Gobierno en favor de la multimillonaria, ha anunciado que se plantea dejar su puesto de tesorero del partido del presidente, Nicolas Sarkozy.

"Vamos a reflexionar, voy a reflexionar", señaló Woerth al ser preguntado sobre la posibilidad de abandonar el cargo de tesorero de la Unión por una Mayoría Presidencial (UMP), después de que un informe interno de la Inspección General de Finanzas (IGF) le haya exculpado de haber favorecido a la heredera de L'Oréal, Liliane Bettencourt, como responsable de la política fiscal del Gobierno.

En una entrevista con la emisora de radio 'Europe 1', Woerth ha declarado estar "enormemente aliviado" por el resultado de ese informe publicado el domingo por la Administración, y que "necesitaba las conclusiones" tras haber recibido una "avalancha de insultos" y de haber sufrido lo que denunció como "una especie de instrucción mediático-política sistemáticamente" en su contra.

Alusión en particular a las declaraciones de la ex contable de Bettencourt, según la cual Woerth recibió 150.000 euros de la millonaria en 2007 para financiar la campaña de Sarkozy para las elecciones presidenciales que ganó frente a la candidata socialista Ségolène Royal.

El titular de Trabajo, que estuvo al frente del departamento del Presupuesto -a cargo por tanto de la política fiscal- desde junio de 2007 hasta marzo de este año, aseguró no estar "en absoluto debilitado, ni física ni moralmente" por este asunto.

También ha insistido en que el presidente de la República le ha apoyado "con una extrema fuerza" y quiso rendirle por eso homenaje: "chapeau".

Sarkozy, en televisión

Sarkozy, precisamente, ha decidido intervenir públicamente, con una entrevista televisada esta tarde-noche, en un momento en que este escándalo ha erosionado todavía más su baja popularidad en las últimas semanas, según las encuestas.

El jefe del Estado pretende tranquilizar a los franceses y explicar su acción para remontar la crisis, y en particular la reforma del sistema de pensiones, cuyo proyecto de ley será adoptado mañana por el Consejo de Ministros.

Como ilustración tal vez de la crisis de confianza que sufre la mayoría presidencial, la UMP perdió el domingo un escaño de diputado en la circunscripción de Rambouillet, al sureste de París -que tradicionalmente vota a la derecha-, donde se celebró una elección legislativa parcial ganada por la candidata ecologista Anny Poursinoff, apoyada por toda la izquierda.

Poursinoff logró el 51,72% de los votos en la segunda vuelta, frente al 48,28% del diputado saliente de la UMP, Jean-Frédéric Poisson, hecho que la primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, no se privó de considerar "una clara desautorización para el presidente de la República y el Gobierno, así como un fuerte rechazo del clima creado por las revelaciones y los escándalos"